El Arosa suma y sigue, si bien lo hace a un ritmo menor si lo que se pretende es pelear por una plaza en la zona noble de la tabla. Ante el Alondras llegó el octavo empate en lo que va de temporada, cuarto en los cinco últimos encuentros, y ya no hay ningún equipo en la categoría que firme más tablas que los vilagarcianos. Con todo ello no se puede negar el empeño puesto por los de Piscis en volver con un botín mayor de O Morrazo, pero lo cierto es que su falta de determinación de cara a la portería rival pesó incluso más que la superioridad de la que gozaron en la última media hora por la expulsión de Miguel Centrón.
Pocas ocasiones se vieron durante los noventa minutos. Fue un partido en el que tuvo más control del esférico el Alondras. Los hombres de Jacobo Montes, se acercaban al área rival, con el balón controlado, pero carecieron de ese remate final con el que poner en apuros a su contrincante. El Arosa por su parte, no gozaba de mucha lucidez en ataque, esperando a ver que le ofrecía la contienda, más que intentar aportar algo con el balón. Alguna acción a balón parado, eran las únicas llegadas del conjunto visitante. Los cangueses gozaron de un par de disparos por medio de Diz y Joni, que solventó sin apenas problemas el cancerbero Jorge Pérez.
Con muy poco trabajo para los guardametas, se llegaba a la conclusión de la primera parte, tal y como había comenzado el encuentro. La sensación de respeto que se respiraba entre dos equipos que pasan por momentos de estrechez en cuanto a resultados pesó incluso más en el desarrollo del partido que sus argumentos futbolísticos.
Con algo más de ritmo y llegadas, comenzaba el segundo acto. Tres minutos después de reanudarse, se produjo ocasión clarísima para el Alondras. Fue a raíz de una internada de Joni por banda derecha con la que sirvió a Benja, quien tuvo que ver como su remate lo sacaba Cardeñosa bajo palos cuando el balón ya entraba.
Más suelto y con más frescura en sus acciones de ataque se mostraban los morracenses hasta que llegó la jugada de la expulsión. Centrón veía de forma más que dudosa, la segunda amarilla, con más de media hora por delante. La lástima para el Arosa fue que Sylla se había visto obligado a abandonar el campo por lesión solo cinco minutos antes.
Ya en inferioridad, el Alondras retrocedió un poco para juntar líneas, lo que significó que la posesión del esférico pasara a los pies de la escuadra arousana. Ese sometimiento que habían iniciado los de Piscis no se veía transformado en llegadas. Fue casi al contrario puesto que el Alondras, a la contra, tuvo alguna opción para adelantarse en el marcador. Los locales llegaban con menos efectivos, pero con más espacio. Incluso mediada la segunda parte, el delantero alondrista Joni, estrellaba el balón en el larguero.
Esos pequeños sustos, hicieron que el Arosa, fuera un poco más precavido. En la recta final, el Alondras, seguía teniendo campo para correr, pero las fuerzas ya iban decayendo. El Arosa por su parte, daría un par de avisos a balón parado, con sendos cabezazos de Hugo Soto, que no encontraron portería. Al final un punto para cada equipo, mereciendo por ocasiones, algo más el equipo local.
