--Con el actual plantel y la falta de gol ¿cree sinceramente que el Dena puede salvar este año la categoría si no llegan refuerzos?
--Si le soy sincero yo creo que hay que tocar dos líneas, que son la delantera y quizás un central, porque cualquier balón que nos llega al área nos crea peligro con mucha facilidad. Pero aún así pienso que la gente que hay puede dar más de lo que está dando.
- ¿Qué mensaje les ha dejado a los jugadores en su despedida en la noche del martes?
- Les dije que tenían que mantenerse más unidos que nunca, que mi decisión era irrevocable y que era por el bien de todos, que les deseaba toda la suerte el mundo y que estaría ahí para ayudarlos en lo que pudiera tanto a ellos como a Isidro que va a ser el nuevo técnico.
- ¿Se va dolido?
- Me voy dolido por el presidente y la directiva que son gente muy cumplidora y que trabajan mucho por sacar adelante al club. Ellos habían confiado en mí y siento que en parte les he fallado. Pero para mí ha sido un honor dirigir al Dena y hacerlo con esos jugadores y ese equipo directivo.
-¿Le gustaría volver pronto a los banquillos?
-No, voy tomarme un tiempo sabático, por lo menos durante una temporada, y ver a mi hijo y a mi hija que también juegan al fútbol
