El hecho de ser un equipo filial de un club de la talla del Unicaja lleva añadido una serie de peajes como el que la apuesta individual prime por encima de los resultados del propio equipo.

La labor de captación que el Unicaja hace por todo el mundo tiene uno de sus escaparates principales en el filial. De ahí que en el vestuario del Clínicas Rincón se junten este año hasta siete nacionalidades diferentes.

Desde los congoleños Okouo y Belemene, pasando por el macedonio Kenan Karahodzic y el serbio Marko Grkovic, el filial cajista también incluye al rumano Cristian Rares o el inglés Soluade. Carlos Cobos, el veterano del equipo a sus 27 años, es nacido en Sao Paulo y, a todo ello, hay que sumar la nómina de jugadores españoles todos ellos formados en su cantera.