El Cortegada continúa sin estrenar su casillero de victorias esta temporada. La tercera tentativa llegó en Vitoria. Allí, en el pabellón de Mendizorrotza, el Araski se convirtió en todo un rival inaccesible para las vilagarcianas como queda de manifiesto en el 76-46 final.

El equipo de Rubén Domínguez se mantuvo en el juego mientras le duraron las fuerzas. Así, en el primer cuarto fueron capaces de aguantar el alto ritmo de las vitorianas. El buen trabajo en defensa y el control del rebote fueron aspectos clave para contener la altísima rotación del Araski.

El principio del fin llegó con el segundo cuarto. Y es que el Cortegada no fue capaz de aguantar el alto ritmo impuesto por las locales, especialmente en materia defensiva. Su escasa fortaleza en el juego interior tampoco ayudó a generar situaciones de ventaja, como queda de manifiesto en el hecho que las de Rubén Domínguez solo capturasen en todo el partido un único rebote ofensivo y que solo hubiesen ido cuatro veces al tiro libre en los cuarenta minutos de juego.

A la llegada del descanso la diferencia ya era considerable (37-18), lo que obligaba al Cortegada a un sobreesfuerzo para el que no está en sus mejores condiciones físicas. Pese a ello, el equipo compitió muy bien en el tercer acto, pero el último periodo se convirtió en una condena en forma de puntos y más puntos del rival ante un equipo que ya nada pudo hacer para frenar tal avalancha.

Por el Cortegada jugaron y anotaron: Salomé García (10), Sara Gómez (9), Montse Gilabert (7), Amy Syll (4), Mame Sy (8) -quinteto inicial- Marta Carregal (2), Miriam García (2), Paloma Valín y Alejandra Nogueira (4).