El Aceitunas Fragata salió airoso de O Pombal. Los sevillanos tuvieron algo más de frescura mental exactamente en el momento que se decidía el encuentro. Un preciso instante al que el Xuven llegó casi sin resuello después de recortar hasta 22 en poco más de diez minutos de juego.

En el plan de partido de los sevillanos quedó claro desde el arranque que el Xuven no iba a tener un día para muchas alegrías en ataque. Apenas pudieron correr con ventajas los cambadeses ante un rival que no tenía reparo en hacer faltas. Una táctica que vio potenciado su efecto con el pésimo día desde el tiro libre de los de Miguel Ángel Hoyo. También sabían los sevillanos que por el rebote también iban a poder encarrilar el encuentro y a la vista están los 15 rechaces más al término del duelo.

Durante toda la primera parte, los amarillos no terminaron de encontrarse sobre la cancha. Además ese dominio interior de su rival se reflejó también en que casi todas las canastas de los sevillanos fueron muy cerca del aro. Los nueve rebotes ofensivos de los visitantes antes del descanso también tuvieron mucho que ver en el 30-43 con el que se llegó al ecuador.

La puesta en escena de los cambadeses en la segunda parte todavía complicó mucho más sus opciones. Un parcial negativo de 3-14 puso un panorama muy negro en O Pombal con un 33-57. Fue exactamente cuando peor lo tenía el Xuven cuando tiró de carácter para ir recortando diferencias a pasos agigantados. En ellos tuvo mucho que ver un parcial de 12-0 ante un equipo sevillano que no sabía que hacer viendo como su renta, que parecía determinante, se disolvía como un azucarillo.

La defensa de ajustes planteada por Hoyo, unido a una mayor agresividad a la hora de atacar el balón y la canasta, hicieron que el partido diese un giro radical. Mike Callaghan, Alberto Rodríguez, pero sobre todo, un desatado Joel Almeida lideraron la ofensiva amarilla. Un triple de Callaghan estableció un marcador de 65-67 con más de seis minutos por jugarse.

Javier Fijo, técnico visitante, recompuso el equipo para meter a toda su artillería en cancha, pero Almeida seguía empeñado en que el triunfo se quedase en O Pombal. Incluso tal fue su afán que eso le llevó a tomar decisiones precipitadas en momentos clave del encuentro. Todo ello, también hay que reconocerlo, tras una exhibición de puntería que devolvió a los suyos al encuentro. Un error en un triple del caboverdiano, con 72-74 y dos minutos por jugarse, fue la oportunidad perdida para culminar la remontada.

Ese fue el momento en el que el Aceitunas Fragata volvió a encontrar la fórmula para conseguir esas canastas de alto porcentaje que tanto le habían dado en la primera parte. Michael Phillips tiró de oficio y calidad para anotar canastas muy importantes que terminaron por sentenciar su triunfo. Tercero suyo de la temporada y que deja a los cambadeses, después de dos derrotas seguidas, a la espera de reaccionar en Azpeitia.