El Ribadumia tomó ayer una bocanada de aire fresco que le permite escapar de los puestos de descenso, y lo hizo sin renunciar a las señas de identidad que le ha imprimido David Sierra, como son el toque y el buen fútbol. Bien es cierto que enfrente se encontraron con un equipo que tampoco especuló y trató de disputarle el balón a los locales, llegando, en la segunda parte, a aprovecharse de la ansiedad de los jugadores aurinegros para acercarse con peligro a la meta de Rodri Iglesias pese a jugar con un hombre menos.
Desde el primer minuto, en el que el colegiado le anuló un tanto a Changui por un supuesto fuera de juego que no parecía, el Ribadumia apostó por jugar en campo contrario. Una y otra vez Gabi y Jon buscaban la velocidad y los desmarques de ruptura que ofrecían Nando y Agus, que se encargaban de llevar peligro al área visitante. La más clara la tuvo este último en el minuto 8, pero su rosca se fue acariciando el palo de la meta que defendía Toledo. El Noia no se amilanó en ningún momento, aunque su fútbol dependía más de balones directos y jugadas de estrategia, ya que sus jugadores cometían errores continuos en el pase y les faltaba profundidad. Precisamente a la salida de un córner, pudieron los visitantes adelantarse en el minuto 10, pero la volea de Samu se estrelló con violencia en el larguero de Rodri Iglesias.
Agus en la banda derecha del Ribadumia se convirtió en una auténtica pesadilla para la zaga contraria. El uruguayo pudo anotar en un centro chut que sacó Trasbach bajo palos. Más clara fue la que tuvo en el minuto 16, cuando cabeceó un córner y Toledo sacó una mano milagrosa para evitar que el balón se colase en la portería.
El dominio del Ribadumia era absoluto en esos instantes y se vio recompensado con un tanto en el minuto 19 al rematar Juanjo hacia su propia portería un balón centrado por Nando hacia la posición de Agus. El tanto obligó al Noia a dar un paso hacia delante, pero las ocasiones se sucedieron en ambas porterías, pero cuando el dominio parecía decantarse hacia el lado coruñés llegó la segunda amarilla del lateral Mario, que dejaba con diez a su equipo. Tan solo siete minutos después el Ribadumia anotaba el segundo tanto al recibir Agus un pase milimétrico a la espalda de la defensa coruñesa y batir por bajo a Toledo. La distancia en el marcador pudo ampliarse si el árbitro hubiese pitado un claro penalti a Changui.
Pese a estar con un hombre menos en el campo, el Noia salió en la reanudación con mucho que ganar y poco que perder. Dio un paso adelante y comenzó a comer terreno al Ribadumia, que se encomendó a la velocidad de sus bandas para crear peligro al contragolpe o a las jugadas a balón parado. Así llegaron dos ocasiones claras para los locales, la primera de ellas finalizó con un disparo secó de Fran Matos, que se estrelló en el larguero, y la segunda con un tiro de Bugallo que Toledo desvió con muchos apuros.
Hugo pudo anotar para el Noia en el 61, pero su disparo se fue fuera por poco y Changui pudo ampliar la ventaja tras un gesto técnico espectacular, pero su disparo con rosca se fue rozando el palo de la meta de Toledo. El cansancio comenzó a hacer mella en ambos equipos, especialmente en el Noia, que no acertaba a encontrar el último pase que les permitiese acercarse a la meta de Rodri Iglesias. El Ribadumia volvió a tener varias ocasiones a la contra, pero apareció Toledo, que desvió los tiros con marchamo de gol de Changui, Gabi y Hugo.
La victoria no solo permite al Ribadumia vencer a un rival directo en la lucha por la permanencia, sino también que reafirma la apuesta de David Sierra por el buen fútbol, una apuesta que, en los últimos partidos, no estaba acompañada de resultados.
