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rugby

Os Ingleses lanza un grito de auxilio

El club vilagarciano no puede hacer frente al brutal incremento del seguro deportivo

Los vilagarcianos pueden quedarse sin competir tras más de 25 años haciéndolo. // Noé Parga

El Os Ingleses está ante la situación más delicada de sus más de 25 años de historia. Paradójicamente la raíz de su problema es común a todo el rugby gallego y no es otra que la tremenda dificultad para hacer frente a las leoninas exigencias económicas que le imponen las compañías de seguros para contar con una imprescindible y adecuada cobertura médica.

La baremación del rugby como un deporte con un alto componente de riesgo físico por parte de las compañías aseguradoras ha derivado en un incremento de prácticamente el 100% en el precio de cada licencia. Por si fuera poco, a ello hay que añadirle una franquicia según la cual el jugador o el club tendrían que asumir un coste máximo de 200 euros en todas y cada una de las asistencias que le aporte el seguro.

En cuanto a precios, cada una de las fichas de cualquier jugador o jugadora del rugby autonómico, ya sea sub-18 o senior, pasa de los ya elevadísimos 180 euros de la pasada temporada hasta los 335 euros que se han fijado de cara a la presente, cantidad a la que hay que añadir la franquicia que tuvo que ser negociada para evitar que cada licencia se fuese por encima de los 500 euros de coste.

La situación ha generado una impotencia absoluta entre los clubes autonómicos. Conviene recordar que el rugby es un deporte totalmente amateur en el que los propios jugadores asumen prácticamente la mayoría de los gastos, puesto que los clubes no tienen la capacidad que hay en otros deportes para generar ingresos.

La próxima semana se producirá una asamblea entre todas las entidades autonómicas de rugby para tratar de encontrar una solución conjunta a una situación realmente compleja. Algunos clubes ya han tirado la toalla al entender que las exigencias del seguro deportivo son inasumibles. Son los casos del Zalaeta de A Coruña y del Santiago Rugby, colectivos que ya han confirmado que se retiran de la competición autonómica de no mediar una solución.

La Federación Gallega, consciente del problema, ha renunciado a su cuota correspondiente por licencia esta temporada, gesto que los clubes agradecen pero que no soluciona la desproporcionada subida de la cobertura médica. Al menos el programa Xogade de la Xunta de Galicia, se hace cargo de los gastos de las licencias de todas las categorías hasta sub-16, pero el problema surge en sub-18 y sénior, tanto masculino como femenino.

Fito Brea, presidente del Os Ingleses, advierte que ""con estas nuevas tarifas tenemos unos gastos fijos en licencias que alcanzan los 12.000 euros. Esto no puede ser, porque a eso tienes que añadirle arbitrajes y desplazamientos, además de otros gastos si quieres salir a competir".

Amenaza latente

Por otra parte, el conflicto que acaba de surgir con el rugby podría extenderse a otros deportes a corto plazo. "No es normal que a nosotros se nos exija muchísimo más que al resto por tener atención médica mutualizada. Por lo que sabemos es muy probable que las condiciones se endurezcan para otros deportes, pero de momento parece que el rugby es el que tiene que pagar los platos rotos", apuntó un preocupado Fito Brea.

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