El Club Juventud Cambados ha tomado aire. La entidad, que llegó a ser uno de los equipos de referencia del fútbol gallego en los años 80, se encontraba en una difícil situación económica y su supervivencia pendía de un hilo por el proceso judicial abierto en su día por la plantilla de la temporada 2012/2013 por el impago de sus salarios.

La nueva directiva anunció ayer un acuerdo con los 16 integrantes de aquella escuadra que habían denunciado, un acuerdo que pasa por elaborar un plan de pagos con el que cerrar esta deuda y poner fin a la vía judicial, que de llegar a término, habría supuesto la desaparición de la entidad.

El propio presidente de la entidad, Matías Fontán, reconocía ayer que "esto es un paso adelante para conseguir la viabilidad económica del club, aunque todavía nos queda mucho por trabajar".

Desde la directiva no dudan en agradecer a los 16 integrantes de aquella plantilla que decidieron denunciar su "disponibilidad y predisposición para alcanzar este acuerdo" que salva a los amarillos de la desaparición.

Es más, la colaboración de los jugadores ha sido fundamental, no solo en este apartado económico, sino que varios de ellos han regresado al equipo, hundido en la 2ª división autonómica, para tratar de ayudarle a remontar el vuelo.

También agradecen a las empresas y a los socios su colaboración y "comprensión".

La actual directiva considera que se ha dejado atrás la "peor situación de la historia del club, por lo que ahora solo queda trabajar con ilusión para recuperar la estabilidad económica social y deportiva".

La entidad ha diseñado un equipo competitivo dentro de las limitaciones económicas que tiene, dirigido por el técnico Luis Carro. El equipo amarillo suma esta temporada cuatro puntos en su casillero después de tres jornadas disputadas. La primera victoria la logró, precisamente, este último fin de semana, cuando se impuso por un contundente 1-5 a otro histórico como el Marín.