Al Ribadumia le falta pegada. El equipo de David Sierra es capaz de dominar a su rival con un planteamiento que apuesta por el fútbol y por hacerse el dueño del balón, pero la escuadra aurinegra se diluye como un azucarillo cuando se acerca a la zona donde se deciden los partidos, no es capaz de encontrar ese último pase hacia un hombre letal como es Changui, convertido ayer en una isla rodeada del azul celeste del Ribadeo. En esa incapacidad para acercarse a la meta contraria contribuyó el equipo rival, que no dudó en armar un sólido entramado defensivo (con cinco zagueros) y fiar toda su suerte a la velocidad de sus puntas o a alguna acción de estrategia para llevarse los tres puntos, y cerca estuvo de conseguirlo. Lo evitó Agus, al aprovechar una prolongación de un córner.
Desde el inicio, el Ribadumia se lanzó a por el partido, era el equipo que más necesitaba los puntos, al encontrarse en los puestos de descenso directo. Los aurinegros tocaban bien, pero sus llegadas al área rival eran tímidas, aunque pudieron marcar por mediación de Hugo, cuyo centro chut se envenenó de tal manera que obligó a Diego a desviarlo cuando se colaba por la escuadra. El Ribadeo se dedicaba a defender con mucho orden, acumulando hombres por detrás del balón y buscando el contragolpe. Ese objetivo lo consiguió al cuarto de hora, cuando David se lanzó en velocidad tras un fallo defensivo del Ribadumia. El delantero celeste sed plantó ante Manu Táboas e intentó una vaselina, al que el meta local respondió con una buena intervención. El córner correspondiente serviría a los visitantes para adelantarse en el marcador gracias a un cabezazo de Álex, que remató en el área pequeña casi sin oposición.
Con el encuentro en ventaja, los lucenses renunciaron por completo al ataque y se encerraron en su campo, achicando al máximo los espacios para no dejar pensar a la medular local. Las únicas ocasiones de la escuadra que dirige David Sierra se limitaron a dos disparos lejanos de Fran Matos que no encontraron la portería de Diego y en un centro chut de Nando que el meta lucense desvió a córner con ciertos apuros.
Con todo perdido, el Ribadumia se lanzó a la búsqueda del empate nada más salir de los vestuarios. Encerró por completo al Ribadeo y trató de todas las formas posibles de romper el muro celeste. Fran Matos desde lejos obligó a Diego a lucirse, Nando envió un cabezazo al larguero, Fajardo rozó también la parte superior de la portería con un zurdazo y Pablo Silva acertó a meter el pie en un envío de Hugo pero su remate acabó saliendo pegado al poste.
El encuentro se había convertido en un monólogo aurinegro, pero el equipo no encontraba la fórmula de llegar a la meta contraria y cerca estuvo de pagarlo con la sentencia en el minuto 85, tras perder un balón en las inmediaciones de su área, pero el duro disparo de Javichu lo desvió a córner Manu Táboas.
Cuando parecía que el Ribadumia no iba a ser capaz de igualar la contienda llegó un saque de esquina que ejecutó Jon al segundo palo, Pablo Silva la devolvió al centro del área, donde el balón se encontró con la cabeza de Agus, completamente solo. Diego nada pudo hacer por evitar que la pelota acabase besando las mallas.
Con el empate, el Ribadeo dio un paso adelante y el encuentro se convirtió en un correcalles. Los dos equipos pudieron anotar, pero fallaron en el último pase hacia sus delanteros, por lo que las tablas ya no se moverían del electrónico.
El punto permite al Ribadumia salir de los puestos de descenso y afrontar el duro encuentro que va a disputar el próximo domingo en O Morrazo ante el todopoderoso Alondras.
