No cabe duda que el Arosa está mostrando una línea de rendimiento más que destacada. A sus once puntos logrados en solo cinco jornadas se le une el hecho de ser el líder en solitario de la Tercera División, pese a haber superado ya uno de los tramos de calendario más exigentes de la competición.
Mañana mismo, en partido adelantado a la sexta jornada, los de Piscis volverán a tener importantes frentes abiertos en su propósito de consolidar su extraordinaria marcha. Para ello habrá que superar a un Barbadás en Os Carrís, empresa que se viene resistiendo a los vilagarcianos en sus dos últimos años en Tercera División.
El empate ha sido el resultado repetido en las últimas presencias de los arlequinados en el feudo ourensano. Añadiendo los emparejamientos disputados en A Lomba, el balance es más favorable al Arosa gracias a una victoria y un empate más como locales.
Cabe destacar que los duelos entre el Barbadás y el Arosa se vienen repitiendo en las cinco últimas temporadas. La visita a Os Carrís es obligada para los vilagarcianos desde hace seis años, puesto que ambos conjuntos también compitieron durante tres años consecutivos en Preferente. Ese periplo se solventó con dos derrotas visitantes y también una única victoria allí, la que se produjo en la campaña 2010/11 con un 0-2. Precisamente aquel 10 de abril, se produjo la primera y última victoria del Arosa allí.
Otra dificultad añadida será la necesidad de los de Peluso de poner fin a tres jornadas consecutivas sin ganar. Luego de arrancar la competición a lo grande con victorias sobre Galicia Mugardos y Órdenes, se han sucedido dos empates ante Verín y As Pontes además de la derrota de la pasada semana en Barraña ante el Boiro.
Precisamente el 2-0 cosechado por el Barbadás ante los barbanzanos ha sido el único encuentro hasta la fecha en el que el rival de mañana de los vilagarcianos se quedó sin ver portería, una referencia que puede dar lugar a más de una conclusión.
Al margen de la defensa del liderato, el conjunto vilagarciano tendrá mañana la oportunidad de repetir un mérito que se le viene resistiendo desde hace exactamente dos años. Ese objetivo no es otro que encadenar tres victorias consecutivas. Tras las conseguidas ante el Barco y el Ribadumia, los de Piscis tienen muy cerca el seguir superando pequeñas metas dentro de una temporada que ha empezado por todo lo alto.
Cuestiones estadísticas al margen, los de Piscis han centrado la semana en analizar y trabajar en la mejora de los aspectos que tan poco le gustaron al técnico tras el partido ante el Ribadumia, especialmente los centrados en el plano ofensivo. El propio Piscis había reconocido al término del derbi que su equipo había jugado el peor partido de los cinco disputados y el empeño en mejorar las prestaciones ha sido máximo a lo largo de las últimas sesiones.
La plantilla está comprobando que el nivel de exigencia en el trabajo no está decayendo ni un ápice pese a la situación de privilegio que ostenta el equipo. La búsqueda del crecimiento colectivo es directamente proporcional al margen de mejora que Piscis todavía ve en su equipo de cara a lo que está por venir.
