La celebración de las ligas autonómicas de rugby en las categorías sénior y juvenil está en serio peligro de poder llevarse a cabo. El problema no es otro que la falta de acuerdo con las compañías aseguradoras para darle cobertura médica a las licencias federativas.

Las negociaciones de clubes y Federación Gallega con diversas empresas que aporten apoyo médico se vienen manteniendo desde los primeros días del mes de agosto, pero sin éxito. Las compañías alegan el alto riesgo físico del rugby para imponer unas cuotas totalmente inasumibles en el caso de un deporte totalmente amateur.

Ju Santorum, entrenador y directivo del Os Ingleses, expresó la dificultad por la que atraviesa en estos momentos la viabilidad de la competición en Primera Autonómica, "el precio de una licencia sénior o sub 18 podría rondar los 500 euros si se aceptan las condiciones que nos plantean algunas aseguradoras". Del mismo modo, el técnico vilagarciano recuerda que "en este deporte todos los que formamos parte de él tenemos que correr con nuestros gastos y esas cifras son inviables en la mayoría de los casos tratándose de gente joven".

La tendencia al alza en los gastos de licencia, por motivo de la cobertura médica, se viene constatando ferozmente en las últimas temporadas. Sin ir más lejos, el curso pasado una ficha para un jugador del Os Ingleses ya rondó los 200 euros.

Esta problemática no afecta a las categorías base puesto que sus licencias entran en el Plan Xogade de la Xunta, pero sí también a categorías como la División de Honor en las que militan los gallegos Vigo y CRAT. Ambos han tenido que aplazar sus encuentros de las dos primeras jornadas y corren el serio riesgo de ser eliminados de la competición.

Otras federaciones autonómicas se encuentran en la misma tesitura que la gallega. Además, conviene aclarar que al cargo que haya que abonar a la compañía de seguros, hay que incrementarle las tasas federativas, lo que subiría aún más el coste por jugador.

Ju descubre que las dificultades de los clubes afectan también a su rutina de entrenamientos, "no podemos entrenar con contactos por miedo a lesionarnos. Incluso la Federación nos hizo firmar un documento para eximirle de cualquier responsabilidad mientras no haya acuerdo con el seguro".

Las negociaciones siguen su curso y se habla de la posibilidad de una franquicia alta que asumiría cada club en caso de lesión, aunque también se está sondeando cobertura médica con alguna empresa inglesa a la espera de solución.