Yago Casal intuía en las horas previas al choque en Ávila que a su equipo le estaba costando recuperar el tono competitivo óptimo después de la jornada de descanso. Desgraciadamente las sensaciones del técnico terminaron por confirmarse sobre el parqué del Multiusos Carlos Sastre en una de las peores tardes de la temporada para los cambadeses.

La primera y única vez que el Xuven tomó la delantera en el marcador fue con la canasta que supuso el 0-2 con Mike Callaghan como autor. A partir de entonces, las facilidades concedidas por la defensa amarilla le llevaron a encajar hasta 26 puntos al término del primer cuarto.

Tampoco faltaron los apagones ofensivos que se tradujeron en un parcial de 12-0 que disparó a los abulenses en el marcador. El intercambio de canastas con el que se inició el segundo cuarto no hacía más que alimentar la sensación de control del Grupo Eulen (37-20). A base de coraje, el equipo cambadés se fue al descanso con un 41-29 que invitaba a pensar en la recuperación.

Charles Nkaloulou ejerció de líder ofensivo en la reanudación. Una canasta de Joel Almeida metió el miedo en el cuerpo a los locales (49-43) con doce minutos por delante, pero lastimosamente el Grupo Eulen volvió a estirar las diferencias (57-44) en los compases iniciales del último cuarto.

La situación obligaba a un nuevo sobreesfuerzo por parte del Xuven, pero el oficio de su rival les permitió controlar el choque e incluso aumentar las diferencias aprovechando la bajada de tensión de un conjunto cambadés que ya iba muy condicionado por sus dinámica de errores a lo largo de todo el encuentro.

Los 19 puntos de diferencia en el marcador final también supusieron la pérdida del average particular para los cambadeses después de que en O Pombal la victoria se quedara en casa por 61-46.