El derby por antonomasia del baloncesto pontevedrés se fue para Marín. Dos puntos marcaron la diferencia en un partido que se convirtió en un carrusel de alternativas en el tramo decisivo. Un final en el que al Xuven le faltó cierta clarividencia para atacar la defensa zonal 3-2 que le planteó el Peixe Galego.

O Pombal, con la televisión autonómica en directo, correspondió a la expectación. Alrededor de 700 espectadores se dieron cita en el pabellón para asistir al duelo de plata. Un partido que desde el arranque no defraudó. Los primeros golpes fueron intercambios de triples. Un entonado Taylor García abría el camino al aro marinense desde la larga distancia mientras que los visitantes tenían en la dupla Blair-Azotam a su filón ofensivo. En ese primer cuarto también Alberto Rodríguez se hizo notar en las soluciones en campo contrario con seis puntos.

La irrupción de Tim Whitworth dio cierto aire a los amarillos (24-18), pero la dinámica cambió de rumbo (24-25) con Adón y Rogers generando desde el perímetro. El Xuven estaba pasando por ciertas dificultades ante un rival que había tomado la manija del encuentro con intensidad y dureza en cada una de sus acciones, especialmente a la hora de atacar el rebote ofensivo.

La tendencia se mantuvo tras el descanso. Los de Javier Llorente estaban encontrando mucho mejor a sus referencias ofensivas. En este aspecto, merece destacar la magnífica dirección que Manu Ferreiro ejerció sobre la cancha. Medori, pero especialmente Ike Azotam, se estaban convirtiendo en toda una pesadilla (44-51). A ellos se les unió Gregorio Adón (47-56), y cuando peor empezaba a pintar la cosa para los locales, la aparición de Charles Nkaloulou dio un respiro muy necesario para terminar el tercer acto (53-59).

La entrada en cancha de Lucas Vaquero fue providencial en el espectacular parcial de 15-0 en poco más de cinco minutos de juego (64-59), pero el partido volvería a jugarse al ritmo que Azotam quería (69-71) con dos minutos por jugarse. Marín tomó la decisión de buscarle las cosquillas al Xuven con una defensa zonal y los cambadeses se atascaron de manera considerable a la hora de hacer circular el balón. Pese a ello, y a falta de 1:40, Charles dio la que sería última ventaja del partido a los suyos (74-72). Ahí emergió la figura de un ex como Norman Rey para silenciar O Pombal con un triple magistral. Además la quinta falta de Taylor deprimió aún más las esperanzas locales. Un parcial de 0-6 en ese tramo final, asentado desde el tiro libre, convirtió en estéril la última canasta de Lucas Vaquero. La victoria ya se había decidido.