El Ribadumia sacó muy buenas sensaciones en el que se presentaba como su test más exigente de la pretemporada. Fue en Burgáns y ante un Pontevedra que está temporada ha hecho una fuerte apuesta por el retorno a Segunda B, pero al que los de Gabi Leis fueron capaces de mirarle a los ojos durante los noventa minutos.

Los granates, ayer de fucsia, basaron su fútbol en la elaboración pausada. Sin embargo, el Ribadumia hacía del oficio de Jorge Fernández y Changui su mejor argumento para poner en apuros a Edu. Varios disparos lejanos sirvieron de declaración de intenciones de los aurinegros.

Superados los primeros veinte minutos, los de Manu Fernández hicieron intervenir por vez primera a Roberto Pazos. Fue con un disparo lejano de Anxo que sacó acertadamente el portero cambadés. Poco después sería Centrón el que dejó el sello de su calidad en una acción que solventó también Pazos.

Al Ribadumia le costaba más tener la pelota, pero a la contra mostraba mucha verticalidad. Changui desperdició una buena transición poco antes del espectacular gol que hizo Jesu. Suyo fue un derechazo desde la media luna que Edu solo pudo seguir con la mirada mientras se colaba por la escuadra.

La alegría le duró poco a los de Leis. En la mejor acción colectiva del partido, el Pontevedra hizo el empate. Mouriño habilitó a Feito por banda izquierda tras una pared y el centró de éste al segundo palo fue llevado a la red por la pierna derecha de Jacobo.

El alto ritmo de la primera parte pasó a ser tedio tras el descanso. El Ribadumia tuvo opciones de hacer el segundo por medio de Fernández y un combativo Sylla mientras que los pontevedreses solo lograron tirar a portería en una sola ocasión por medio de Fandiño.