El Arosa volvió por sus fueros ante el Cerceda. Sus aficionados tuvieron la suerte ayer de revivir aquellas tardes de principios de temporada en las que mordieron la hierba de A Lomba otros candidatos a disputar el play-off como Órdenes, As Pontes o Pontevedra. Ayer le tocó el turno al Cerceda. Y es que los de José Luis Lemos se vieron superados en todas las facetas del juego por un rival que recuperó su credo futbolístico. Ese que tiene como primer mandamiento el de la generosidad en el esfuerzo.

Salvando las distancias, el duelo de ayer tuvo mucha similitud con la reciente eliminatoria de Champions entre el Atlético de Madrid y el Barcelona. Con Piscis en el claro papel del "Cholo" Simeone a la hora de manejar los tiempos desde la banda, su equipo, también rojiblanco, apretó las tuercas en todos los rincones del campo para dificultar la elaboración de su rival.

El cambio de sistema del Arosa a un 4-4-2, con rombo en el centro del campo, consiguió el objetivo de colapsar las líneas de pase en la sala de máquinas coruñesa. En esa zona se produjeron muchas recuperaciones rápidas de pelota por la superioridad creada sobre el doble pivote del Cerceda. Ello permitió a los vilagarcianos ser muy verticales gestionando muy bien los espacios ante lo adelantado de la defensa visitante.

Cuando tocaba tener el balón, el Arosa no se entretenía en la horizontalidad. Había que ponerlo cuanto antes en la zona de centrales para disputar y sacar a la luz sus carencias. La amplitud que necesitaba el Cerceda en ataque la buscaba con las subidas de los laterales, cuestión que ante las recuperaciones de balón del Arosa, generaba situaciones de dos contra dos entre Cubas y Nando frente a Angeriz y Marcos Caridad a muchos metros de la portería de Diego. Así llegó el primer tanto tras cumplirse el primer minuto de juego. Una prolongación de Nando en un balón aéreo habilitó a su compañero a la espalda de la defensa para marcar a bocajarro desde el borde del área pequeña y prolongar su idilio con el gol. Segundos antes el Cerceda tuvo oportunidad de hacer su primer y único lanzamiento entre los tres palos por medio de Cano que Vila atajó por bajo.

El músculo del Arosa en el mediocampo siguió teniendo una incidencia capital. Otra recuperación permitió a Nando irse hacia la portería con ventaja, pero disparó alto. Los de Piscis también tuvieron que pagar su habitual peaje de las lesiones. Tanto que antes de que se cumpliese la primera media hora ya habían caído Álex Freire y José Ángel.

A la siguiente Cubas no perdonó. Nuevamente José Ángel hizo de lanzador y el delantero llegó al sprint por un costado del área para batir de disparo cruzado a Diego. Era el 2-0, que incluso pudo tener continuidad antes del descanso cuando el propio Cubas no llegó a un buen pase de Eloy. Si bien la más clara la tuvo Vixo justo antes del descanso cuando no acertó a superar al portero visitante en un claro mano a mano, pero desde una posición un tanto escorada.

En la segunda mitad, el Arosa fue capaz de manejar los ritmos que le interesaban. El bajón en la intensidad era inevitable, pero no menguó la buena lectura del partido. Se mantuvo la cabeza fría para jugar con la ansiedad de un Cerceda que optó por acumular futbolistas cerca del área de Vila ante su incapacidad para generar fútbol.

El Arosa apeló a las contras para encontrar el zarpazo que redondease su buena obra. Lo tuvo, pero no acertó a ejecutarlo de manera efectiva. La toma de decisión no ayudó, pero la serenidad que transmitía su solidez en la faceta defensiva permitió que no se lamentasen las situaciones con el pitido final.