Sin opciones de clasificarse para el play off de ascenso, el Portomar Cortegada viaja esta tarde a Ourense para medirse al Pabellón a partir de las 19,00 horas, un rival que se juega la vida al estar inmerso de lleno en la lucha por evitar el descenso de categoría.

Rubén Domínguez, que cuenta con todas las jugadoras disponibles para la cita, después de que Alejandra Carballa se recuperase de las molestias que arrastrase, espera que su equipo muestre la imagen que ha venido ofreciendo en la mayor parte de los encuentros: intensidad y ritmo. "Espero que seamos consistentes y capaces de mover el balón ante un equipo que, muy probablemente, nos plantee defensa en zona, por lo que tendremos que tener paciencia en los ataques", explica el técnico.

Domínguez reconoce que el rival ha cambiado notablemente desde que comenzó la liga, al haber abandonado la entidad muchas de las jugadoras sénior con las que contaba, como es el caso de la paraguaya Claudia Aponte. "Es un equipo que, durante la temporada, ha tenido numerosas modificaciones y, en estos momentos, es totalmente diferente al que nos encontramos en Fontecarmoa en la primera vuelta", indica Domínguez, pero "no por ello menos peligroso". El técnico reconoce que "todavía existen una serie de combinaciones para clasificarnos para el play off de ascenso, pero esa posibilidad es algo que, prácticamente, hemos descartado".