A medida que la temporada se aproxima a su desenlace crece la expectación en lo que se refiere a la pelea por las tres primeras posiciones. La igualdad manifiesta entre los cinco equipos implicados convierte la jornada de este fin de semana en una de las tres finales que restan por disputarse para descubrir a los poseedores de los dos billetes, más un tercero probable, a tercera división.

El Arosa, quinto clasificado, parte como peor posicionado en la parrilla de salida pese a que solo le separan tres puntos de la segunda plaza. El hecho de disponer del menor margen de error le obliga a sacar adelante los tres partidos que le restan, empezando por el que le medirá al O Barco mañana domingo en A Lomba (17.30 horas).

La plusvalía de los tres puntos en liza quedará a expensas de los resultados de sus rivales directos, especialmente los que se refieren a Portonovo, Choco y Sanxenxo. Los de Ricardo Fernández jugarán en Baltar ante un Estradense al que solo ha superado el Sanxenxo en las cinco últimas jornadas. Tampoco el Choco tendrá una salida cómoda hasta A Xunqueira donde espera un Pontevedra B todavía en riesgo de descenso y que está mostrándose muy solvente como local. Otra de las esperanzas de la parroquia del Arosa está puesta en el Unión Grove. Y es que los de Ricardo Dios reciben al Sanxenxo en otro de esos partidos en los que también la rivalidad entre ambos clubes tendrá cosas que decir.

Al margen de resultados de terceros, el Arosa tiene muy claro que toda su atención debe focalizarse en O Barco. Un partido en el que los números quedan al margen, pese a que estos son tremendamente favorables a los de Piscis. Tanto es así, que las cifras del rendimiento del equipo de Valdeorras como visitante en esta segunda vuelta son paupérrimos. Solo cuatro puntos como visitantes, merced a cuatro empates, es lo cosechado por el conjunto ourensano en los ocho desplazamientos realizados una vez superado el ecuador liguero. En esta cuestión tienen mucho que ver las ausencias que se registran en la convocatoria del equipo en los desplazamientos largos, sobre todo en la segunda mitad de competición.

El hecho de que el O Barco ya haya certificado su permanencia matemática hace varias semanas también puede jugar a favor de un Arosa mucho más necesitado de los puntos, si bien nadie en el seno del vestuario arlequinado quiere dar rienda suelta a ningún tipo de euforia que se pueda volver en contra. Voces autorizadas dentro del equipo, empezando por la del propio Piscis, han querido remarcar la importancia de seguir la línea de humildad y trabajo seguida en los últimos meses. En este sentido recuerdan que sus opciones de ascenso pasan ineludiblemente por esperar tropiezos de sus compañeros de batalla.

Una de las bazas que tratarán de explotar los vilagarcianos es la relativa a la presencia de un importante número de aficionados en A Lomba. La reciente victoria en Verín ha servido para insuflar más esperanza a la parroquia local. La sensación de que el ascenso será una realidad de conseguir los nueve puntos que restan por disputarse está calando en el ánimo de los muchos aficionados que tienen previsto poblar mañana a las gradas.