Basta con pasarse un rato en las gradas del Manuel Jiménez para cerciorarse de las muchas sensaciones que rodean al Arousa Fútbol-7. Traducido a números basta con nombrar la presencia de ochenta equipos y más de mil jugadores de categoría alevín venidos desde diferentes lugares de España y Portugal. Todo ello con el afán de convertirse en uno de esos cuatro privilegiados que tendrán la oportunidad de medirse a las más emblemáticas escuelas futbolísticas en la fase final que se celebrará del 31 de mayo al 2 de junio en el estadio de A Lomba.

Las dos primeras jornadas reunieron al primer grupo de cuarenta aspirantes. Bajo unas durísimas condiciones meteorológicas, los partidos fueron sucediéndose con un alto ritmo de juego. La motivación pesaba más que cualquier tipo de desgaste físico y algunos equipos ya empezaban a dar trazas de lo que le depararía su participación. Eran los casos del Celta B, en el que destacó la presencia del argentino Facundo Moreira formado en la E.F.B. Vilanova, o del propio Lanzarote. Precisamente vigueses y canarios libraron una emocionante semifinal, consiguiendo el Lanzarote su billete a la fase final en la tanda de penaltis.

La otra plaza en la fase final la consiguió el Xuventude Oroso. Los de Sigüeiro fueron muy superiores al Orillamar de A Coruña imponiéndose por 0-4. Ya en la eliminatoria de cuartos de final habían resuelto con otra goleada ante el Santa Mariña de Vigo por 1-6.

Ayer por la mañana fue el turno para los otros cuarenta aspirantes. Entre ellos se encuentran varios arousanos como el E.D. Arousa de Vilagarcía, E.F.B. Vilanova A y B, Unión Grove y Vilagarcía B. No falta la representación portuguesa con la presencia del Fiaes o la de un histórico del fútbol vasco como el Barakaldo o el Quirinal de Avilés, cuya representación abarca un total de tres equipos.

La meteorología fue más benevolente ayer que en el primer turno. Ello contribuyó a una mayor ambientación en un Manuel Jiménez que fue escenario de todo un desembarco de fútbol, aficiones y emociones. Niños de entre 10 y 12 años que se convirtieron en absolutos protagonistas de su propio sueño. Y aún queda lo mejor.