Una de los aciertos más importantes en lo extradeportivo del Cortegada esta temporada ha sido la decisión de adelantar su partido ante el Universidad de Oviedo a hoy miércoles (19 horas). La intrascendencia del mismo, unido a la premura de la plantilla vilagarciana de poner fin a una temporada de lo más ingrato, han sido razones de peso para no prolongar la agonía hasta el sábado.

Sobre la cancha del pabellón universitario ovetense se cerrará una liga y se abrirán las interrogantes de todo tipo. La primera de ellas es la referida a la continuidad de la actual estructura del club la próxima temporada. Y con ello, la continuidad de muchas de las jugadoras y el actual cuerpo técnico debido a las mismas estrecheces económicas que han privado al equipo de poder disputar la fase de ascenso.

Interrogantes al margen, la plantilla vilagarciana está dispuesta a poner el mejor colofón posible a una temporada para enmarcar en lo deportivo. Para ello habrá que superar a un conjunto ovetense que parece haber dada por finiquitada la liga hace tiempo, como se deja ver en las cuatro últimas derrotas consecutivas.

Sin embargo, el propio Pepe Vázquez tiene muy claro que será un partido muy incómodo por el inherente carácter competitivo de las asturianas. Además, el hecho de poder culminar su primera temporada en la categoría con una victoria ante el campeón es otro importante factor que también tendrá su incidencia en la motivación de su rival.

Ante todo ello, el Cortegada mantendrá sus constantes habituales en las últimas semanas. La participación de todas las disponibles es una cuestión asegurada, más aún al tratarse del último partido de la temporada. El componente emotivo que rodea al encuentro estará muy latente, si bien las vilagarcianas confían en hacer valer su mayor calidad.