El Cambados tuvo que sufrir para sumar ayer los tres puntos, ante un Gran Peña que, en los últimos minutos, encerró a los locales en su área a base de potencia física, llegando a desperdiciar un considerable número de saques de esquina. El encuentro se puso muy de cara para los locales desde el inicio. No en vano, en las dos primeras jugadas de ataque que hilvanaron los cambadeses, Laro e Iñaki consiguieron perforar la portería de Miguel. El encuentro se presentaba plácido para los amarillos, que se refugiaron en torno al área defendida por Vivar para tratar de vivir de las contras.

Sin embargo, un error arbitral, que en un claro saque de puerta concedió córner, el Gran Peña logró meter el miedo en el cuerpo a los locales. En la segunda parte, los cambadeses tuvieron dos opciones muy claras para sentenciar. La primera fue de Laro, que en un mano a mano con el meta rival acabó estrellando el balón contra su cuerpo, mientras la segunda fue de Julio, cuya vaselina acabó saliendo por encima del larguero. En los últimos minutos, el Gran Peña recurrió al juego directo para buscar el empate, aunque los cambadeses consiguieron resistir el acoso.