El presidente del Celta, Carlos Mouriño, expondrá hoy en Madrid, en la última reunión del año de la Federación Española de Fútbol, su preocupación por los arbitrajes que está recibiendo el Celta. No se trata, según aclaró el dirigente, de una protesta formal, sino de hacer llegar al colectivo que preside Victoriano Sánchez Arminio la inquietud de los clubes por un problema de carácter general en el fútbol español.

"Tenemos que hacer las cosas de manera más institucional. De hecho, mañana [por hoy] estaremos en la reunión de la Federación y será un tema que tocaremos porque hay más equipos perjudicados y el sistema de arbitraje está siendo este año un poco más complicado. No hay mala fe ni intención de perjudicar a ningún equipo, pero sí errores sobre los que se deben extremar las precauciones", dijo Mouriño.

El presidente del Celta se siente perjudicado, pero no elevará una protesta formal ni enviará a la Federación, como en años anteriores, vídeos con las tropelías cometidas contra el conjunto celeste. "No vamos a exponer una queja. Simplemente pediremos que se ponga más atención", destacó. Y añadió: "Francamente creemos que hemos sido perjudicados en algunas decisiones, pero no mandaremos un vídeo porque hemos visto que en otras ocasiones no nos ha llevado a nada. Creemos que los árbitros no actúan de mala fe, que se trata de jugadas puntuales y esperamos que en algún momento cambie la racha y se equivoquen a nuestro favor. Ojalá ocurra pronto".

Carlos Mouriño abogó por que se ejerza un mayor control sobre la labor arbitral y se mostró partidario de que los colegiados puedan ser sancionados si cometen errores graves. "No me canso de repetir que para mí un referente muy bueno es el de fútbol inglés, pero en toda su concepción, no sólo en el modelo de los clubes si no en la organización del sistema de competición", explicó el dirigente, que apostilló: "Aquí no hemos visto a un árbitro pedir perdón por una jugada, reconociendo que se había equivocado. El comité disciplinario de árbitros le puso un castigo público. Si a un jugador le ponen una tarjeta roja, se publicita y tiene que ser castigado, tampoco sería nada anormal que se hiciese lo mismo con los árbitros. A mí es ése el modelo que me gusta, pero no está implementado aquí, así que tenemos que atenernos a las normas que hay en el fútbol español y aceptarlas".