Federer no olvida que Cañas ha sido uno de los dos jugadores que este año le ha derrotado en el circuito. Fue en Indian Wells y Miami, en la temporada americana sobre pista dura. Fueron dos de las seis derrotas que lleva encajadas este año. Hoy, en apenas 53 minutos, el helvético se sacudió esos dos malos tragos, con un castigo despiadado al argentino.

La exhibición de Federer en los primeros siete juegos del partido fue espectacular. Ganó el primer set sin ceder un solo punto de ruptura, en 21 minutos y sin que Cañas tuviera la más mínima oportunidad de conseguir un solo juego.

El argentino necesitó 31 minutos para hacerse con su primer juego (1-1 segundo set) pero siempre estuvo desbordado por la avalancha de buenos golpes que le llegaban de frente. Federer, muy motivado, más rápido que cuando derrotó al estadounidense Robby Ginepri en segunda ronda, apenas sudaba, mientras que el rostro de Cañas reflejaba un desgaste más psíquico que físico, agobiado por la velocidad del juego del número uno, ayudado en Madrid mucho más por la altitud.

Una ruptura en el sexto juego (4-2) bastó para que el número uno del mundo pusiera distancias en el marcador. Su saque, con cinco directos, y sus 14 golpes ganadores le pusieron en la autopista del triunfo. Federer sale de este partido ya en forma, si es que alguna vez le ha faltado esta semana, listo para enfrentarse ahora con el vencedor del duelo de esta noche entre el español Feliciano López y el austríaco Stefan Koubek.

La derrota de Cañas dejará en el cuadro a un solo argentino, el que venza hoy del partido entre David Nalbandian y Juan Martín del Potro.