Felizmente todo quedó en un buen susto. George Lucas, el lateral céltico que sufrió un fuerte mareo al final del partido copero frente al Málaga, llegó anoche con el equipo a Vigo en perfecto estado de salud. Lucas, que abandonó el estadio de La Rosaleda en ambulancia rumbo al hospital El Ángel de Málaga, fue dado de alta ayer en el mencionado centro hospitalario tras permanecer la noche en observación y ser sometido a diversas pruebas médicas (entre ellas varios electrocardiogramas), que no han detectado ninguna irregularidad.

"Comencé a sentirme mal hacia el minuto 42 del partido. Tuve un fuerte mareo y casi me vengo abajo", explicó ayer Lucas, que confesó que pasó muchos nervios. "Tenía un poco en la cabeza lo sucedido con Antonio Puerta y la verdad es que me puse muy nervioso. El mareo no se me pasaba y por eso nos fuimos al hospital, porque lo que me pasaba no era algo normal", añadió el zaguero brasileño, que hoy será sometido en Vigo a más pruebas cardiológicas. "A primera hora de la mañana iré con el doctor [Benito Hermida, el médico del Celta] a ver a un cardiólogo para hacerme más pruebas y no voy a jugar ni a entrenarme hasta tener la certeza de que todo está bien", apuntó Lucas, que no descarta estar a disposición de Hristo Stoichkov para el partido de mañana frente al Eibar. "Va a ser difícil, pero si las pruebas dicen que todo está correcto, es algo que no descarto", afirmó.

El lateral derecho del Celta dice estar "tranquilo" aunque confiesa que ha pasado una mala noche. "Ahora me encuentro mucho mejor, aunque la verdad es que no he pasado una buena noche. Los nervios no me han dejado dormir mucho aunque esta mañana [ayer por la mañana para el lector] he podido descansar bastante bien el el hotel", relató.

George Lucas pasó la mañana descansando y posteriormente hizo vida normal con el equipo, que regresó anoche a Vigo, vía Santiago, desde Málaga, donde pasó la jornada de ayer. Tanto el médico del Celta como los facultativos que atendieron a Lucas en la ambulancia y en el Hospital El Ángel de Málaga descartaron desde el primer momento que el mareo sufrido por Lucas fuese consecuencia de una patología grave y atribuyeron el problema al cansancio y al fuerte calor a la hora del partido. Sin embargo, el jugador no se sintió verdaderamente aliviado hasta ayer.