Después de conocer por la mañana que su hijo Iago Aspas era convocado para el Mundial de Rusia, María Juncal cogía su cubo y su rastro para regresar a su campo de batalla que es la playa de A Xunqueira, en Moaña. La madre del mundialista es mariscadora desde los 10 años en su municipio natal, y ayer, a primera hora de la tarde, regresó a la arena después de siete meses retirada, para enseñar, con otras compañeras de la asociación de mariscadoras, cómo es su trabajo de extracción de maraisco a un grupo de alumnos de un instituto francés que están de intercambio en Moaña.

"Estamos todos contentos"

María Juncal, de 62 años, no podía ocultar ayer su alegría por la decisión del seleccionador Julen Lopetegui de incluir a Iago Aspas entre los elegidos: "Estamos todos contentos". Asegura que no puede decir que todo resultó según lo esperado "porque hasta que se vio la lista, no se sabía si iba o no".

María y Iago -el tercero de sus cuatro hijos- son como uña y carne y se parecen tanto física como en el carácter. La matriarca de los Aspas siempre ha sido coprotagonista en las noticias deportivas del jugador celeste además de un puntal. Y aunque ayer no podía ser menos, en un día tan feliz para toda la familia, quería mantenerse al margen, sin fotografías. Eso sí, fiel a su afición al fútbol y con sentido del humor, aseguraba sobre la selección española:"Que lleguen a la final y si están me presento en Rusia".

Reconoce que no puede ir a todo el Mundial, que se celebra entre el 14 de junio y el 15 de julio, porque tiene que trabajar y porque está muy volcada en el cuidado de su madre, que está enferma, y de su padre encamado, pero confirma que no se pederá estar en el estadio si España llega a la final para estar con el equipo, con su hijo, y celebrar, si es posible, los goles del triunfo.