Nacido el 5 de enero de 1950 en Szklarka Przygodzicka, a sus 68 años Krysztof Wielicki mantiene vivo el sueño de cruzar una de las últimas fronteras que permanecen en pie en el montañismo internacional: la ascensión invernal al K-2 (8.611 m.). Tres veces lo ha intentado el conocido en su país como 'el guerrero del hielo', sin lograrlo. En 1987 la expedición que lideraba Wielicki alcanzó los 7.200 metros; en 2002, los 7.650. Preparó otro intento en el K-2 para el pasado mes de marzo, que tampoco logró su objetivo: tuvo que suspenderse por el mal tiempo. Durante la preparación, el grupo que comandaba Wielicki acudió al rescate de la montañera francesa Elisabeth Revol en el Nanga Parbat. Adam Bielicki y Denis Urubko fueron los responsables de salvarle la vida, coordinados por Wielicki. No pudieron rescatar vivo, sin embargo, al polaco Tomasz Mackiewicz.

Wielicki no tiene intención alguna de jubilarse porque, según ha manifestado, en las montañas se puede trabajar hasta el final de la vida. "El problema es cuándo bajar, y tomar esa decisión me provoca miedo", afirmó tras su último regreso del K-2. Es graduado en Ingeniería Electrónica por la Universidad de Tecnología de Breslavia. Fue director del Comité de Turismo de la Asociación de Estudiantes Polacos de esa facultad. Fue precisamente en esa etapa cuando protagonizó sus primeras escaladas. Está casado y tiene un hijo de nueve años.