"Marcho pra casa que teño que marchar", escribe Miguel Méndez en su cuenta de Twitter y adjunta una fotografía suya señalando el trofeo que acredita al UMMC Ekaterinburg como campeón de la liga rusa femenina de baloncesto. Un nuevo título que añadir al amplio currículo del entrenador vigués, que recientemente se había proclamado campeón de la Euroliga.

La trayectoria de Méndez al frente de la escuadra rusa no ha podido ser más exitosa concentrada en un breve tiempo. Méndez, que estaba sin equipo desde su despido del Familia Schio en febrero de 2017, fue contratado el pasado mes de enero. Debía sustituir al alemán Olaf Lange, que desde 2012 había ganado dos Euroligas (2013 y 2016), cinco Ligas, tres Copas Rusas y dos Supercopas. Un difícil reto. El Ekaterinburg marchaba segundo en la competición doméstica y había mostrado algún signo de fragilidad en la continental; nada irremediable pero suficientemente grave en una entidad en la que se exige la perfección. Y es exactamente lo que Méndez ha logrado: 21 victorias en 21 encuentros. Las siete europeas le han dado la Euroliga, culminada con un 72-53 en la final ante el Sopron; las 14 ligueras, un título que ha terminado de conquistar en la cancha del Dinamo de Kursk por 91-94 después de haberse impuesto como local en los dos primeros choques (74-64, 82-69). Uno de los logros más celebrados por los aficionados del Ekaterinburg es que su equipo se haya impuesto a un Dinamo que en 2017 ganó la Euroliga y que ha visto cómo su gran rival, dirigido por el vigués, le impedía revalidar ese título al eliminarlo en las semifinales por 77-84. Ahora, con el trabajo resuelto por la vía rápida y un año más de contrato, Méndez vuelve a Vigo a descansar.