El Coruxo vivió ayer tarde un carrusel de emociones que acabó de la mejor forma posible, con una victoria. El equipo comenzó el encuentro ocupando el puesto de "play out". A los siete y cuatro minutos marcaba el primer tanto y salía de la zona de peligro de la clasificación. A las 20.17 horas encajaba el tanto del empate y caía a puestos de descenso directo de categoría, pero a las 20.37 Diego Silva conectaba un potente disparo desde la frontal del área y lograba su segundo tanto que daba los tres puntos al equipo vigués y su salida de los puestos de descenso del grupo.

No hubo demasiadas sorpresas en el "once" inicial de Rafa Sáez. Rafa Mella ocupó finalmente la banda del sancionado Campillo, y Mateo y Antón fueron los mediocentros. El primero de ellos hizo el trabajo sucio, el que no luce, pero que fue clave en el desarrollo del encuentro al ser el nexo de unión del juego ofensivo del equipo. En el centro del campo, velocidad en las bandas con Higón y Andrés, mientras que el centro lo ocupó un Álex Arias que acabó extenuado. Como hombre más adelantado volvió Silva, quien se reencontró con su aliado, el gol, abriendo el marcador y cerrando la tarde con un tanto que puede ser clave y decisivo en la lucha por la permanencia.

Los vigueses sabían de la importancia del encuentro y desde el pitido inicial presionaron al rival para que no se encontrara cómodo sobre el terreno de juego. Al poco de iniciarse el encuentro, Álex Arias controla el balón en la frontal del área y le mete un balón que era medio gol a Diego Silva, quien aprovecha la ocasión y deshace la igualdad inicial. Era un tanto importante para sacarse los nervios de encima y comenzar a hacer el juego de las buenas tardes. El Cerceda seguía sin estar cómodo y los vigueses buscaban el segundo. De nuevo Silva, a los pocos minutos, Álex Arias y André Osterholm dispusieron de ocasiones para aumentar la ventaja del Coruxo en el marcador, pero ese ansiado segundo tanto no llegaba.

Tuvo que ser en una jugada extraña cuando se produjo, pues la defensa del Cerceda no acierta a despejar el balón y lo deja muerto dentro del área y a los pies de Rafa Mella, que de un potente disparo fusila a Ángel Díez, que nada puede hacer por evitarlo.

Dos goles de ventaja en el marcador, el partido controlado y un suspiro de satisfacción en la parroquia que lo veía todo medio hecho. Pero el fútbol es cruel, y en la segunda parte se vivieron momentos dramáticos.

Los vigueses sabían que el Cerceda se estiraría buscando un tanto que los metiera de lleno en el partido, como así fue. Los jugadores vigueses cesaron la presión que habían hecho en el centro del campo durante los primeros cuarenta y cinco minutos y buscaron en los robos la forma de salir con velocidad a la contra y anotar ese ansiado tercer tanto.

Josito, entrenador coruñés, no tardó en refrescar la banda con la entrada del exboucense Youssef, y lo cierto es que el equipo ganó velocidad. Las acometidas no tardaron en llegar, y a los sesenta y dos minutos de juego llegó el primer tanto del Cerceda, con un disparo de Oriol que da en el palo y entra. El tanto devolvió al Coruxo a un estado de ansiedad en donde podía pasar de todo, ya que las contras que organizaban eran buenas dado que los coruñeses seguían apostando por un fútbol ofensivo. El golpe llegó en el minuto setenta y cinco, cuando Pedrosa conectó un potentísimo disparo desde fuera del área sin que Alberto Domínguez pudiera evitar el tanto.

Un tanto de agua fría que parecía dejar muerto al conjunto vigués, pero el equipo verde tiene siete vidas y no se amilanó. Un minuto más tarde, Rafa Mella conectó un potente disparo que salvó Ángel con muchos apuros. Posteriormente, André se planta en el área, pero cuando se dispone a disparar un defensa le saca el balón. Quien no falló fue Silva, a siete minutos para el final, con un potente disparo que lo reivindica como el "killer" que es.