El Villalonga vuelve a ganar y lo hace en una plaza tan complicada como la de Barraña. Una nueva demostración de compromiso con la camiseta del grupo de jugadores que dirige Luis Oliveira ya virtualmente descendidos. Con un planteamiento claramente a la contra, los celestes supieron aguantar las primeras embestidas de los boirenses tratando de gestionar bien los espacios que se generaban a las espaldas. Y así fue como llegaron las acciones de los dos tantos. Una contra iniciada con un cambio de orientación hacia la izquierda el comienzo de la gesta.