El Godoy Maceira Porriño sueña con más fuerza que nunca con plantarse en la final de la Copa de la Reina de balonmano, que se está disputando en Málaga. Dos argumentos sostienen ese objetivo: su excelente actuación ante el Canyamelar Valencia y la sorprendente eliminación en cuartos de final del Rocasa Gran Canaria, el vigente campeón. El vérdugo de las isleñas, el Mavi Nuevas Tecnologías, será el rival de las porriñesas hoy en semifinales.

El Porriño partía como favorito ante un Canyamelar que marcha antepenúltimo en División, aunque Abel Estévez había advertido que las valencianas habían mejorado su rendimiento en las últimas jornadas. Estévez no quería ningún tipo de relajación por parte de sus jugadoras y obtuvo lo que deseaba. El Godoy Maceira mostró superioridad desde el arranque, en el que pronto empezó a doblar al Canyamelar (3-6), acabó la primera mitad 9-16 y no dejó ningún resquicio de duda durante la reanudación. La diferencia quedó estabilizada en la frontera de los siete goles e incluso se amplió en el tramo final hasta el contundente 22-32.

Cecilia Cacheda se mostró cómoda en su papel de líder. La dezana imprimió al juego el ritmo que convenía en cada instante. Supo alimentar a Sarai Samartín en la primera línea y a Alba Dapena en el pivote. E incluso robó y contragolpeó partiendo desde la posición de extremo en defensa.

Fue en el trabajo defensivo donde el Godoy alimentó su confortable victoria, con un 6.0 profundo que obligó al Canyamelar a lanzar siempre en posiciones arriesgadas. En ataque, cuando las valencianas apostaron por una mixta sobre Cacheda, sus compañeros supieron encontrar las soluciones adecuadas. El Mavi se presenta como un rival duro en semifinales. Pero a su mejor nivel, el Godoy tendrá sus opciones, con el apoyo además del grupo nutrido de aficionados que ha viajado desde A Louriña.