La localidad brasileña de Itajaí acoge hoy la séptima regata costera de la Volvo Ocean Race 2017-18. Con dos victorias, tres segundos y un tercero en las pruebas costeras disputadas hasta la fecha, el Mapfre saldrá al agua mañana dispuesto a sellar un buen resultado que le permita continuar al frente de la general de las In-Port Race Series.

Han sido en total nueve días de trabajos en tierra, mantenimiento y reparaciones para tener todo a punto a bordo del Mapfre en su vuelta a la acción. "El objetivo de las regatas costeras es seguir peleando por la general, la cual vamos liderando y sabemos que es una clasificación importante de cara al final, por si hay un empate. Viendo lo justo que vamos todos los barcos, y sobre todo con el Dongfeng, puede llegar a ser muy importante y decisivo, así que hay que pelear por esta costera en Brasil para seguir manteniendo ese liderato. Además, son regatas en las que también cuenta y afecta bastante a la moral del equipo de cara a la salida de la siguiente etapa", explicaba el patrón de la embarcación española, Xabi Fernández, tras llegar a tierra después de una regata de entrenamiento en la que el Mapfre ha aprovechado para probar todo el material y terminar la puesta a punto.

Con la salida programada para las 14:00 hora local (19:00 en España), todo apunta a que la intensidad del viento rondará los 8-10 nudos en el campo de regatas, que constará de un recorrido barlovento-sotavento de entre dos y cuatro vueltas en función de las condiciones.

La tripulación del Mapfre ha agradecido el descanso. "Uno de los principales objetivos durante el descanso era desconectar, porque fue una etapa larga y dura. Me fui a Chile, que está cerca y además es donde está viviendo mi hermano, así que fueron seis días de desconexión, nada de mar, nada de barco, mucha lectura y cargando pilas, porque será necesario para la siguiente etapa", relata Támara Echegoyen. La trimmer indica: "La vuelta a Brasil ha sido intensa, había mucho trabajo que hacer y el equipo de tierra ha hecho un trabajo excelente. El barco ya está en el agua, hicimos la regata de entrenamiento y pudimos probar todas las velas que queremos utilizar en la siguiente etapa y dejar todo preparado para la costera, así que creo que estos dos últimos días han sido muy productivos".

"La etapa anterior fue muy dura, no sólo físicamente sino también psicológicamente", confiesa la gallega. No habla solo del accidente que retrasó el paso por el Cabo de Hornos; también de la desaparición de John Fisher, tripulante del Sun Hung Kai/Scallywag, tras caer al agua. "Para regatistas como yo, que estamos en nuestra primera experiencia de vuelta al mundo, creo que ahora somos un poco más conscientes del tipo de competición que estamos haciendo, de los peligros que conlleva y sobre todo de que es un deporte extremo. Mi mentalidad cambió un poco ahora y creo que para mejor. Tengo más conocimiento y todavía más tranquilidad, porque después de haber pasado por situaciones tan difíciles y ver cómo el equipo responde y sabe lo que debe hacer es algo que te da confianza para seguir. Así que soy una Támara diferente".