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La Roma le allana el camino al Barcelona

Dos goles en propia meta facilitaron la goleada azulgrana - El Liverpool aplasta al City en media hora (3-0)

Luis Suárez celebra el cuarto tanto, que rompía su sequía en la Champions. // Juan Medina

Por si no tuviese bastante con luchar con Luis Suárez y Messi, el brasileño Alisson, uno de los guardametas de moda, sufrió en el Camp Nou el fuego amigo. No sólo por los dos primeros goles, en los que De Rossi y Manolas se limitaron a impedir los remates de Messi y Umtiti, sino por otras jugadas en las que su defensa no estuvo a la altura de un equipo con buenas hechuras. Como bloque, la Roma le plantó cara al Barça.

Las advertencias de Valverde sobre la capacidad de la Roma se reflejaron en una alineación con sorpresa. Prescindió de Dembélé para presentar batalla en el centro del campo con Sergi Roberto. Acertó el técnico tanto en la disposición táctica como en la inclusión de Semedo en el lateral derecho.

Tras un arranque revoltoso de la Roma, el Barça asumió el mando al ritmo de un recuperado Busquets. A la posesión y la paciencia azulgrana respondieron los italianos con una buena ración de "catenaccio". Por eso pareció buena idea rematar desde lejos, como Rakitic e Iniesta. Las ocasiones se cotizaron muy caras.

La acumulación de defensas romanistas fue tan exagerada que no resultó extraño que uno de ellos, De Rossi, metiera la pata para impedir que un pase de Suárez llegase a Messi en posición inmejorable. Respiró el Camp Nou con el 1-0. Una sensación confirmada en la primera acción de la segunda parte, cuando Perotti cabeceó solo en el segundo palo, demasiado cruzado.

La Roma tendría diez minutos después más razones para maldecir su suerte con otro gol en propia puerta. Pero también es verdad que el Barça se lo trabajó a conciencia. Rakitic metió un centro envenenado que Umtiti se dispuso a empujar a boca de puerta. Se le adelantó Manolas, pero el balón, tras pegar en el poste, acabó entrando tras volver al cuerpo del defensa.

No se había repuesto todavía la Roma del golpe cuando Sergi Roberto protagonizó una de esas arrancadas que tanto bien le hacen al equipo. Rompió líneas y cedió la reponsabilidad a Messi, que encontró a Luis Suárez en la otra esquina del área. El uruguayo recortó y remató duro y cruzado. Palmeó Alisson, dejando el balón a los pies de un inesperado Piqué, que sólo tuvo que empujar.

Con el 3-0 llegó el carrusel de cambios y cierta relajación barcelonista, acentuada por la marcha de Busquets, que había cumplido su cometido. La Roma rozó el gol gracias a una de esas temeridades que, de vez en cuando, le salen mal a Ter Stegen. El portero corrigió su error con una parada al recién llegado Defrel, seguida de otra palomita a cañonazo de Perotti. Pero no pudo hacer nada un minuto después cuando un desajuste defensivo permitió a Dzeko rematar desde cerca.

El 3-1 y el subidón de la Roma oscureció por un rato el Camp Nou ante lo que se avecina en el Olímpico romano. Pero, una vez más, la pegada del Barça marcó la diferencia. Semedo volvió a coger la moto y su centro cruzó el área para llegar a Denis Suárez. El gallego no atinó con el pase al corazón del área, pero un mal despeje de Manolas despertó el hambre de Luis Suárez, que vio puerta cuando más falta hacía.

Mazazo a Guardiola

El Liverpool dejó encarrilado su pase a semifinales de la Liga de Campeones tras golear por 3-0 al Manchester City. En un estadio de Anfield a rebosar, los hombres de Jürgen Klopp no dieron opción al equipo de Pep Guardiola, que sufrió un duro correctivo en una primera mitad excelsa de los 'Reds', en la que vieron portería Mohamed Salah (minuto 4), Alex Oxlade-Chamberlain (12) y Sadio Mané (31).

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