Néctar gallego en la cena de los dioses del golf. Sergio García invitaba ayer a cenar a los demás ganadores del Masters de Augusta, Jack Nicklaus, Gary Player, Tiger Woods y Chema Olazabal entre los que habían confirmado su asistencia. En el menú, un arroz caldoso con bogavante de posible influencia galaica. La identidad de uno de los vinos elegidos no admite dudas: un albariño, concretamente el Sketch de 2016. Vino dorado con reflejos verdosos para hacer juego con la chaqueta que se enfundan aquellos que alcanzan la gloria en las verdes praderas de Richmond.

El golf es una religión enamorada de sus costumbres y el Augusta National Golf Club, una de sus principales iglesias. No todas sus tradiciones se han conservado y no todas seguían resultando aceptables con el paso del tiempo. La sociedad no admitió como miembros a mujeres hasta 2012, cuando abrió sus exclusivos registros a Condoleeza Rice, ex secretaria de Estado, y a la empresaria Darla Moore. Ayer se amplió el grupo femenino con Ana Patricia Botín, quinta mujer y primera persona hispanohablante invitada a formar parte del selecto grupo de socios del Augusta National.

Otros ritos se mantienen inalterables. Olazabal acaba de exhibirse en uno de ellos. Cada lunes previo al torneo, en sus entrenamientos, los jugadores intentan alcanzar el green del hoyo 16 haciendo botar la bola en el agua que lo rodea. El vasco lo ha conseguido con cinco botes sobre el líquido y uno último sobre el talud que luego ha conducido la bola hasta el borde del hoyo.

Pero el protagonismo entre los españoles, hasta que comience la competición, le corresponde a Sergio García. El castellonense superó el año pasado esa traumática frontera que le apartaba de la victoria en un "major". Ganó el Masters, se puso la chaqueta verde y asumió las obligaciones que tal distinción comporta. Entre ellas, que el campeón vigente invite a cenar el martes de la semana previa a la siguiente edición a los demás campeones que deseen acudir.

Ayer, horas antes de la cena, se hizo público el menú escogido por Sergio García para sus prestigiosos compañeros. Lo ha asesorado José Andrés, el cocinero asturiano que ha hecho carrera en los fogones y medios de comunicación estadounidenses. De primero, una ensalada internacional, con ingredientes representativos de los países de los ganadores del Masters. De segundo, un arroz caldoso de bogavante. De postre, una tarta de tres leches preparada por Ángela García, la mujer del golfista levantino, que ha viajado a Augusta también acompañado por su hija recién nacida, Azalea, bautizada en honor a uno de los hoyos del campo.

En cuanto a los caldos que iban a regar las viandas, un Pinea Tempranillo (Ribera del Duero) de 2014. Y ese Sketch Albariño de 2016, una de sus mejores añadas, que el viticultor Raúl Pérez ha elaborado en la bodega Forjas del Salnés . La publicación El Sumiller lo valora como "uno de los grandes blancos de España". "En nariz, complejo, mineral, salino, especiado, con notas cítricas y florales; en boca, frescura, estructurado y cremoso, intenso y con volumen". La botella cuesta 38,9 euros.