"Es el final de una época", reconoce Diego Piñeiro, dispuesto a iniciar a los 23 años un segundo tramo en su carrera profesional. El vigués, criado en el Octavio hasta que a los 16 años fue fichado por el Ademar, se despedirá al final de esta temporada del club leonés, del que es capitán e ídolo. Su próximo destino estará en la liga francesa, aunque protege la identidad del club galo, a cuyo anuncio oficial se remite.

El Ademar anuncia por la mañana en su Twitter: "Diego Piñeiro y Alex Costoya no han aceptado la oferta de renovación ofrecida por el club y su destino será probablemente la liga francesa. Suerte a ambos en esta nueva andadura". Un anuncio inesperado por la prontitud, a falta de ocho jornadas para que concluya la temporada, pero esperado entre la afición leonesa, al menos en lo tocante al vigués, desde que el club decidiese no ejercer la cláusula unilateral de renovación automática, que caducó el 31 de enero. El Ademar consideraba que no podía asumir las condiciones económicas pactadas en esa opción. Anunció a Piñeiro que le presentaría otra oferta. En el ínterin llegó la propuesta; de hecho, dos días antes que la leonesa. "Y creo que ha llegado el momento de cambiar", ha valorado el joven.

La premonición de lo que sucedería no le ha ahorrado la conmoción a la hinchada del Ademar. A Piñeiro lo han abrumado a mensajes. "Es bonito sentirse querido y admirado", indica el pivote, que asegura que el cariño es recíproco: "El Ademar siempre será mi club y León siempre será mi segunda casa. Pero en Francia me plantean un proyecto muy bonito y en una liga más competitiva que la española".

Piñeiro lidera un equipo histórico, pero limitado por el techo de cristal de la Asobal. El Ademar es segundo, a doce puntos de diferencia del Barcelona. Aún se paga la crisis que arrasó con la clase media del balonmano y que ha ido enviando al extranjero a todos los talentos que no encuentran sitio en la escuadra azulgrana. Piñeiro, en la órbita de la selección, ya convocado en alguna ocasión, lo sabe. "Pero no me voy para que me llame el seleccionador, sino porque creo que es una buena oportunidad para crecer como jugador".

Partirá Diego Piñeiro hacia un brillante porvenir en tierras galas, aunque siempre con una mirada de reojo hacia su tierra natal. Lejos quedan sus tiempos de académico; desmochado está el balonmano de élite vigués. Pero él hubiera sido un objetivo si el proyecto del Celta hubiese cuajado y no descarta algún día vestir de celeste: "Ojalá".

El Dunkerque de la liga francesa acaba de hacer oficial su fichaje por las dos próximas temporadas;