El Coruxo logró una importantísima victoria en la lucha por la permanencia ante un rival directo. Los vigueses se adaptaron mucho mejor al mal estado del terreno de juego de La Albuera y encararon el choque con las ideas más claras desde el primer minuto ante una Segoviana que salió algo adormecida. Los de Rafa Sáez fueron un equipo compacto y serio durante los 90 minutos: supieron interpretar infinitamente mejor la situación del terreno de juego, que requería de acciones más verticales y directas buscando las segundas jugadas. Los verdiblancos se plantaban en ocasiones en pocos toques y además la presión era asfixiante sobre un tedioso juego de la Segoviana, que abusaba por momentos del toque en raso.

Fueron siete minutos iniciales de dominio contundente en los que el Coruxo encerró por momentos a los gimnásticos. El panorama para lograr un buen resultado era perfecto pero la Segoviana despertó de repente y de manera eléctrica, aunque sin acierto ante la meta contraria gracias a un providencial Alberto y a un balón que se estrelló en el palo.

El Coruxo ocupaba mucho mejor los espacios en el terreno de juego y era mucho más equipo. Además, en el medio del campo Borja Yebra era un auténtico timón, ordenando muy bien a su equipo y distribuyendo a la perfección el juego. Además, fue protagonista en la primera acción de ataque de los vigueses. El centrocampista botaba una falta escorada por la parte derecha del área y estrellaba el cuero en el palo.

La Sego respondió de inmediato a este susto y tuvo dos minutos donde pudo adelantarse y cambiar el signo del partido. Dani Calleja soltaba un zambombazo desde prácticamente 30 metros y obligaba a Alberto a realizar una intervención salvadora. En el saque de esquina siguiente, el mismo Dani Calleja ponía un balón sobre la cabeza de Anel y el remate se estampaba de manera virulenta contra el travesaño, en una acción afortunada para el Coruxo.

Los vigueses sobrevivieron y el encuentro posteriormente entró en una fase de igualdad y de nulas ocasiones en ambas porterías. Sin embargo, los de Rafa Sáez gestionaron mejor las ocasiones y en una acción sin aparente peligro en la que Dani Calleja sacó el balón de manera desastrosa, recuperaron el esférico. Campillo se hacía con el cuero, asistía a Higón y ,marcaba con un lanzamiento raso al palo largo. En el 41, Borja Plaza cometía un claro penalti sobre Diego Silva, que él mismo se encargó de ejecutar, pero un gran Pablo le adivinó las intenciones y desvió el lanzamiento, dando vida a la Segoviana antes del intermedio.

Tras el paso por los vestuarios, la segunda parte no comenzó nada bien para los vigueses. En la primera acción que intervino Pablo García vio como no podía seguir en el terreno de juego por la entrada que sufrió antes del descanso. En su lugar entró Pazo ocupando el puesto de central y pasando a Pablo Crespo al lateral izquierdo.

La segunda parte en sí tuvo bastante lucha. El Coruxo comenzó a replegarse, aunque con un sistema ofensivo muy compacto. La Segoviana buscó el juego directo aunque, eso sí, sin argumentos para la igualada al no tener jugadores precisos para llevar a cabo el citado estilo de juego. La ocasión más peligrosa de los locales llegaba en el minuto 77 cuando Dani Arribas ponía un balón sobre la cabeza de Agus Alonso pero el remate de este se marchaba desviado. El Coruxo gestionó muy bien la situación en el medio del campo, con Borja Yebra y Antón de Vicente como baluartes, intentando salir a la contra y presionando con mucha efectividad. Con la Segoviana totalmente volcada, volvieron a cometer un grave error, esta vez tras un despeje de Pablo, que dejó el balón en bandeja sobre Mateo, marcando a puerta vacía y finiquitando un partido que daba tres importantes puntos al Coruxo, que pueden ser vitales para obtener la permanencia.