Llegó el día por el que llevaban esperando los más de 40.000 gallegos que este año renovaron su licencia para participar en la temporada de pesca fluvial. Primera jornada marcada como suele suceder por cierto desencanto con el resultado conseguido en la jornada de pesca.

Ninguna sorpresa. Las intensas lluvias caídas en los últimos días hicieron subir el caudal de los ríos y eso sumado a la previsión de bajada de las temperaturas arrojaban un panorama complicado para los aficionados a la pesca. Y así fue. Escasas capturas a lo largo del día.

La situación ha cambiado de forma radical en apenas un año. Hace doce meses, en el comienzo de la temporada de 2017, los ríos llevaban poca agua lo que facilitaba la habilidad de los pescadores. Pero la situación ha cambiado de forma radical en estos meses y el tren de borrascas de los últimos meses han subido el nivel de los ríos para hacer que las truchas fuesen más huidizas. Tampoco ayudó la abundancia de maleza en los ríos y la bajada de temperatura que se ha producido en los últimos días y que ha sido especialmente acusada en el interior de Galicia.

En la Galicia costera los aficionados se fueron desencantados de esta primera jornada de pesca aunque con la ilusión de que en las próximas semanas la situación mejore de forma importante para hacer más festivas las jornadas de afición.

La directora xeral de Patrimonio Natural, Ana María Díaz, visitó ayer el coto de pesca de Ponte Liñares, en A Estrada (Pontevedra), con motivo del inicio de la temporada de pesca fluvial.

Según informó la Xunta, Díaz López se refirió a la creación de la zona de entrenamiento de lance en el coto de Couso, también en A Estrada, para que todas las personas que tengan una licencia en vigor. Una vez terminada la temporada, se establecen dos períodos, del 1 de octubre al 30 de noviembre, entre las 10,00 y las 18,00 horas, y del 1 de febrero al 30 de abril, de 8,30 a 19,30 horas. Se permitirá así el entrenamiento de martes a domingo, con el lunes como día inhábil.