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atletismo

Un maratoniano de categoría 'major'

Juan Carlos Paz disputará en Londres la quinta carrera del exclusivo circuito mundial y solo le faltará Tokio para completarlo

Maratón de Berlín, en 2011.

Juan Carlos Paz González, más conocido como Pancho, se prepara para disputar el próximo 22 de abril su quinto 'major'. El maratón de Londres forma parte del selecto club de los "World Marathon Majors", formado en 2006 con las citas de Nueva York, Chicago, Boston, Berlín y Londres, a los que en 20013 se unió Tokio.

Pancho, profesor actualmente en el IES de Teis y fundador y presidente del C.A.R. Marisqueiro, confiesa que "el atletismo me cambió la vida" y trata de compaginar su "vicio" por los maratones con el turismo y los viajes familiares.

Tras disputar, entre otros muchos, los de Nueva York, Boston, Chicago y Berlín, ir a Londres fue una auténtica odisea. "Para los otros 'major' yo tenía marca, pero en Londres para que te tengan en cuenta la marca tienes que vivir allí. Llevaba como seis sorteos sin suerte. Son miles y miles de personas las que quieren participar, pero hay muy pocas plazas", cuenta. Hay varias vías para participar en un 'major': teniendo el tiempo establecido por la organización, mediante agencias de viajes autorizadas, a través de una entidad benéfica u organización solidaria, o por sorteo. "Lo intenté entonces por un tour operador, contacté con tres y ninguno", prosigue. "Con el que más esperanza tenía de cara a este año, por el mes de julio sacó una nota que decía que tendrían preferencia los que ya habían corrido con ellos. Ya había perdido la esperanza, pero en agosto me llegó un e-mail y no me lo creía. Entré por la cocina llorando: "¡Me voy a Londres!", le dije a mi mujer", relata.

Pancho descubrió tarde el atletismo. A los 40 años. "Un buen día del 2007, no sé por qué, salí a correr, un kilómetro más o menos, cerca de mi casa. No sé cómo eso me llevó a otro kilómetro, y a otro?", cuenta. "Cuando me di cuenta me anoté para una carrera, la del CUVI. Recuerdo que llevaba mi camiseta Puma de cuando tenía 20 años. No tenía mucha pinta de corredor y me sentía como un extraterrestre", bromea. Pero acabó.

Fernando Abreu jugó otro papel importante en su trayectoria. "Me dieron plaza en Salvaterra y ahí le conocí", dice Juan Carlos Paz. "Fue el que me metió más en el mundillo. Nos llamaban 'Zipi y Zape' porque estábamos todo el día juntos corriendo", rememora.

Después de poco más de un año entrenando, disputó su primer maratón, el del Baixo Miño, en 2008. "Cometí el error de hacer muchas cosas mal al principio; lo máximo que había hecho eran 17 kilómetros entrenando y el cuerpo es sabio. Las animaladas se pagan porque después estuve lesionado dos meses", recuerda.

Pero poco a poco fue acumulando más y más kilómetros. "Fui mejorando porque, como todo en la vida, si te lo curras y tienes un mínimo de aptitudes, mejoras", analiza. "Ahora soy un buen maratoniano porque todo aquel que baja de tres horas en maratón ya puede considerarse un buen maratoniano. Ser un sub3 es algo especial para los que somos aficionados", explica, mientras rememora de manera especial el Maratón Coruña 42 de 2015, donde fue capaz por primera vez de bajar de las tres horas. "El Maratón de A Coruña de 2015 para mí fue increíble porque después de varios años luchando por bajar de tres horas por fin lo lograba. Además, por casualidades, el olímpico Carlos Adán pasó a ser mi entrenador, y entré en María Pita con él, fue muy especial", dice con orgullo.

Su primer 'major' fue en 2010, en Nueva York. "Aún fumaba", recuerda. "Fui con Fernando Abreu. De repente vas a un grande. Es increíble? llegas en chándal a Nueva York y la gente te desea suerte. Para mí es la carrera más impresionante que hay en el mundo, con un ambiente tremendo", explica. "En el kilómetro 38 se me subió un isquio, un latinoamericano se acercó y me dijo que si quería que le diera mi dorsal que acaba él por mí. Le dije que de ninguna manera. La llegada es apoteósica, dentro de Central Park. Saqué fuerzas y entré corriendo", indica.

En septiembre de 2011 corrió en Berlín. "Es un maratón que para alguien que no se puede permitir ir a Estados Unidos está muy bien", apunta. "En los 'major' no he hecho grandes carreras, pero allí, que aún no estaba para bajar de tres horas, hice una buena marca (3:08)". Fue ahí donde volvió a coincidir con Haile Gebreselassie (también había corrido en Nueva York), y con su "amigo" Pedro Nimo. "Calentar junto a un atleta que por poco consigue ir a unos Juegos es algo que solo puedes hacer en un deporte como el atletismo", relata.

Después, en 2014, llegó Boston. "Fue muy especial, porque corrí al año siguiente del atentado. Fue muy emotivo", dice. "Tampoco me salió buena carrera. En este caso, fue el segundo domingo de Semana Santa. Antes había ahorrado y nos fuimos toda la familia a Nueva York cinco días. Me desgasté un poco andando y, además, hubo una ola de frío. Llegué a entrenar a 0º y el domingo en Boston hizo 23º", se lamenta.

Su último 'major' hasta ahora, fue el de Chicago, en 2015. "Tampoco me fue bien", apunta. Y eso que venía de lograr siete meses antes su mejor marca personal en A Coruña.

Ahora ya ultima su preparación para Londres, donde correrá "sí o sí", pese a que arrastra alguna molestia. Ya solo quedaría uno para completar los seis 'major'. "Tokio está lejos, es mucho dinero?, pero ahora si hago Londres?", dice, al tiempo que confiesa que "ya he visto calendarios y voy a empezar a ir al ballot (sorteo). También he pensado que con este mismo tour operador con el que voy a Londres, planificar ir a Tokio en 2022, que me daría algo de margen para ahorrar. La prueba de que soy un maratoniano es que antes de hacer un maratón ya estoy pensando en el siguiente que voy a hacer", bromea. Por lo pronto, Londres ya espera en abril. Su lema es: "Persiguiendo sueños". "De eso se trata", concluye.

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