El fútbol griego podría ser sancionado por la FIFA porque se encuentra "al borde del precipicio" después de lo sucedido el pasado fin de semana durante el encuentro entre el PAOK y el AEK, que tuvo que ser finalmente suspendido y en el que el presidente y dueño del conjunto de Tesalónica, Ivan Gavvides, llegó a entrar al terreno de juego con una pistola.

"Lo que ha sucedido en el fútbol griego, para decirlo de una forma muy educada, es inaceptable. La palabra 'Grexit' ya no es imposible, el fútbol griego está al borde del precipicio", advirtió Herbert Huebel, principal responsable de un comité de la FIFA que controla desde el año pasado el fútbol heleno.

Huebel mantuvo ayer un encuentro con el secretario de Estados de Cultura y Deporte del país, Georgios Vassiliadis, y autoridades federativas, y advirtió que el informe que enviará a la FIFA y a la UEFA no sería positivo.

Grecia ya evitó que el máximo organismo le sancionase en 2016 tras la decisión del Gobierno de eliminar el torneo copero por culpa de la violencia de sus aficionados. Tras lo acontecido el domingo, se ha suspendido la liga y el fútbol en el país.

Por otro lado, la Federación Griega emitió un comunicado donde presentó cargos contra Ivan Savvidis que le podrían ocasionar pérdida de puntos a su club, incluso el descenso, y la prohibición por hasta cinco años de entrar en un estadio.