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Europa devuelve los galones al Real Madrid

Los blancos imponen su ley en París y eliminan con suficiencia a un PSG totalmente desactivado por los de Zidane

Cristiano remata de cabeza en la acción del 0-1. // Reuters

Todo son conjeturas hasta que llega la hora de la verdad. Meros indicios. Es ahí donde se ve el ADN de los equipos, el material del que están hechos. En Europa, el peldaño entre un aspirante y un campeón es más pronunciado que en otras competiciones. Y ahí, donde los focos deslumbran a los equipos sin poso, al Madrid le da por lucir la mejor de sus sonrisas. La Copa de Europa, como el escaparate más sugerente, saca lo mejor de los blancos. Lo demostraron en París, en una actuación coral, seria, de equipo adulto ante un PSG inocente y blandito. El Madrid (1-2) se mete en octavos con la sensación de encontrarse una fogata donde se esperaba un incendio. Ni siquiera hizo falta emplear las mangueras.

Zidane hizo de la necesidad virtud y aprovechó las ausencias de dos piezas capitales como Kroos y Modric, los dos se quedaron en el banquillo por molestias, para montar un equipo férreo, gregario, con continuas ayudas y olfato para salir a la contra. Casemiro y Kovacic (con la ayuda de Lucas y Asensio en las alas) sujetaron a un equipo que con espacios mata.

Si alguno se esperaba un Parque de los Príncipes encendido se llevaría un buen chasco. Ni el ambiente ni la propuesta de los de Emery sirvieron para poner nervioso a un Madrid firme, licenciado en este tipo de partidos.

Los de Zidane asustaron primero en una contra que finalizó Benzema con un zurdazo arriba. El primer cuarto de hora mostró a un PSG que intentaba tener el control del balón pero que, en realidad, solo se sintió cómodo saliendo al galope. Como el Madrid no abría ninguna vía, el partido avanzó a ritmo pausado, rácano en oportunidades. Ramos obligó a Areola a lucir reflejos en una volea a centro de Lucas. La primera carrera de Mbappé no llegó hasta los 24 minutos, síntoma de que el PSG no encontraba su lugar en el choque.

El Madrid encontró un atajo por la izquierda a los 37 minutos. El envío largo de Marcelo dejó a Benzema ante Areola, tocó abajo pero el meta despejó la justo para negarle el gol. A los parisinos la primera mitad que les quedó grande. En todo momento planeaba esa sensación en el Parque de los Príncipes. Como si el PSG fuera un equipo en construcción. Pasearse por la liga gala le ha hecho adquirir vicios que Europa se encarga de subrayar. Al PSG le faltó en todo momento una marcha más.

El Madrid lo dejó claro en un segundo tiempo de clara superioridad. Esta vez, también en el marcador. El primer zarpazo llegó a los 50 minutos. Alves perdió ante Asensio y el zurdo supo acelerar, frenar y buscar ayuda. Lucas centró con exactitud y Cristiano, nunca tarde en una cita así, cabeceó a la red. Era el gol que marcaba las primeras distancias. Quince minutos después el panorama acabó por aclararse en otra acción infantil parisina: Verratti le gritó al árbitro invadiendo su espacio personal y vio la segunda amarilla.

El Madrid se acomodó aún más. Asensio chutó al poste antes de un accidente en el área de Navas. La rodilla de Cavani tocó la pelota para hacer el gol del empate. Una jugada aislada, sin peso en la eliminatoria.

Con Benzema enfrentándose al diván cada vez que pisaba área rival, Casemiro entró en escena para refrendar su gran actuación. Gol con rebote que dejó el marcador en el 1-2 final. Justo premio para uno de los "cincos" más importantes del panorama actual.

El Madrid ya está en cuartos como quien pasa al salón de su casa. Es parte de su rutina.

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