Roger Bannister murió ayer a los 88 años de edad en Oxford, no muy lejos de la pista de Iffley Road en la que el 6 de mayo de 1954 se convirtió en el primer atleta en bajar de los cuatro minutos en la milla. Un acontecimiento histórico al que en su tiempo se le concedió una importancia similar a la de subir el Everest.

Bannister, hijo de una familia acomodada que le envió a estudiar en Oxford, había rozado una medalla (finalizó cuarto en los 1.500 metros) en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952. Pero su principal ambición era convertirse en el primer atleta en derribar uno de esos muros icónicos de la historia del deporte. Para un país que sentía devoción por sus atletas, esos cuatro minutos constituían todo un símbolo contra el que una y otra vez se estrellaban los deportistas. Llegó a convertirse en una pequeña obsesión y los medios de comunicación convirtieron esa pelea en uno de sus temas principales. En 1954 Bannister estaba ante su última oportunidad porque tenía ganas de aparcar el atletismo y centrarse en un doctorado de neurocirujía. Ya lo concedería muchas oportunidades al atletismo. Él y el australiano John Landy parecían los grandes aspirantes a lograr la hazaña. La cuestión era cuál de ellos ganaría esa pelea.

Bannister supo rodearse en el momento clave. Franz Stampfl, un entrenador austriaco que se había especializado en el entrenamiento por series, comenzó a trabajar con su grupo de entrenamiento en el que estaban sus amigos Chris Chataway y Chris Brasher. Y fijaron su intento para la pista de Oxford el 6 de mayo de 1954, unos días antes de que Landy hubiese programado una carrera en Finlandia con el mismo objetivo. El joven Bannister trabajó aquel día en el hospital de Londres y a media tarde se subió a un tren en dirección a Oxford. El viento obligó a retrasar ligeramente el intento para evitar que tuviese mucha incidencia en la carrera y a las seis de la tarde se dio la salida a la incónica prueba. Chataway y Brasher protegieron a Bannister del viento, calcando los tiempos que había programado Stampfl y dejaron al estudiante de medicina el esfuerzo final. Bannister completó la carrera en un tiempo de 3:59.4 que convirtió la pista de Oxford es una verdadera fiesta. Y después de aquello apenas corrió un par de carreras más. Un duelo memorable con Landy que ganó y poco más. Con la llegada del nuevo curso Bannister cumplió su promesa y con 25 años se retiró del atletismo. Dio igual. Ya era un personaje legendario, el hombre que había derrotado a la milla. Desde entonces cada 6 de mayo su nombre regresaba a la memoria de los grandes aficionados al atletismo que rememoraban aquellos legandarios cuatro minutos en Iffley Road. Roger Bannister fue reconocido como caballero por la Reina de Inglaterra en 1975. Disfrutaba de su retiro hasta que ayer su corazón se detuvo para siempre.