El Rápido de Bouzas sumó un punto en campo del colista, el Cerceda, en un encuentro en el que acabó con un hombre más, por la expulsión en el tramo final de Armando, pero en el que no encontró las vías para conseguir un triunfo que le reafirme en la pelea por los puestos de promoción de ascenso. Aún así, estiró su racha invicta a trece partidos seguidos.

El choque se movió de área a área desde el pitido inicial, pero los remates escasearon. Solo un testarazo de Pedrosa, en el minuto tres, que se perdió junto al poste derecho de la meta defendida por Brais provocó algún sobresalto.

La pelea en el centro del campo fue la tónica dominante del choque. El equipo anfitrión buscaba ser vertical y aprovechar la amplitud del campo con Youseef y, especialmente, Axel. Pero cada esférico colgado llevaba poco peligro. El cuadro vigués, por su parte, llevaba sensación de peligro en acciones a balón parado y saques de banda, pero Ángel Díez estuvo firme en cada una de las salidas que debió realizar para cortar los centros.

La jugada más clara en esa primera mitad llegó a falta de ocho minutos, y se originó en las botas de los jugadores visitantes. Adrián cedió a Diz en la frontal, quien sacó un disparo que, tras rozar en un defensa, se perdió junto al palo izquierdo de la meta local.

Tras el paso por los vestuarios fue el Rápido de Bouzas el que tomó la iniciativa. Manejó el balón, buscó trasladar el juego al campo contrario, aunque por momentos, en especial en las estrategias, descuidó su retaguardia.

De un saque de esquina visitante, el Cerceda tuvo la oportunidad para ponerse por delante. Kike condujo durante 50 metros, abrió para la incorporación de Axel por el costado derecho, quien en vez de levantar la cabeza y ver la llegada del propio Kike y de Pedrosa libres de marca en el área, optó por probar fortuna desde fuera del área aunque sin puntería.

El conjunto visitante también disfrutó de una buena oportunidad en una acción inesperada. Ismael ganó la banda derecha y centró. Su golpeo fue malo y el balón se cerró sobre la portería. Ángel Díez reaccionó y logró enviar el cuero por encima del larguero.

El Cerceda reaccionó y comenzó a repetir centros sobre el área del cuadro vigués, que provocaron alguna duda en la última línea. Pero esa situación se desvaneció cuando el colegiado interpretó simulación en una internada en el área de Armando, y le enseñó la segunda cartulina amarilla. Ello provocó que el Rápido de Bouzas insistiera con balones colgados en territorio contrario que, salvo un testarazo de Kaxe sin peligro, no encontraron rematador.

La expulsión de Armando conllevó una mayor presión de los jugadores del Rápido de Bouzas, pero el Cerceda supo mantenerse firme en retaguardia para evitar una nueva derrota en su feudo hasta que el colegiado decretó el final de un encuentro, cuyo reparto de puntos dejó una sensación agridulce en ambos contendientes por diferentes razones. El Rápido de Bouzas, para afianzarse en los puestos altos de la tabla, y el Cerceda, para intentar escalar posiciones en su lucha para evitar el descenso de categoría.