El Val Miñor salió excesivamente relajado al campo en Mareo, y cuando se quiso dar cuenta ya había encajado cuatro goles. La falta de actitud fue clave para encajar una de las mayores goleadas de la temporada. El problema es que los puestos de descenso se encuentras a seis puntos y de seguir sin reaccionar le podrían costar un fin de temporada con muchos nervios.