Buenas sensaciones, pero sin puntos. El Frigoríficos del Morrazo se quedó ayer con la miel en los labios después de dominar buena parte del encuentro ante el Benidorm, con una ventaja que llegó a los cuatro goles en la segunda parte, pero que se le escapó en los últimos diez minutos. El resultado final fue un 22-23, un marcador que no era el debut soñado por Magí Serra en su primer partido como entrenador del Frigoríficos en O Gatañal.

El Cangas demostró desde el primer instante que se jugaba mucho más que su rival, algo palpable en la intensidad defensiva de los locales. Aunque eso también le jugó alguna mala pasada porque en el minuto 11 de encuentro Gavidia ya sumaba su segunda exclusión. El partido también comenzó torcido porque en la primera acción de ataque Moi Simes anotó desde el extremo, pero se lesionó y ya no volvió a saltar a pista.

El Benidorm intentaba aplicar velocidad a su juego, mientras que el Cangas no tenía ningún problema en hacer circular el balón y madurar sus ataques hasta encontrar el resquicio para perforar la portería de Mijuskovic, muchas veces bordeando el pasivo. A pesar de las tempraneras exclusiones de Gavidia el Frigoríficos se puso con un 7-4 después de dos goles consecutivos de Muratovic, lo que obligó a Zupo Equisoain a solicitar un tiempo muerto en el minuto 13. Los goles de Potic y de un excelso Adrián Menduíña, junto a la buena labor defensiva, lograron mantener la ventaja canguesa, que al descanso era de 13-11.

Tras el paso por los vestuarios el Cangas salió aún más enchufado y en el minuto 33 alcanzó su máxima ventaja (15-11), después de un gol de Alen Muratovic y un buen robo de balón de Menduíña, que cedió la pelota a Potic para que culminase el contragolpe. Sin embargo, el Benidorm fue capaz de aguantar ese arreón inicial del Cangas y poco a poco fue recortando esas diferencias con el lanzamiento exterior de Paban y una mayor intensidad defensiva, llegando por momentos a una mixta sobre David Chapela. Un parcial de 0-2, con goles de Rivero y Cuartero, obligó a Magí Serra a parar el partido en el minuto 47, cuando el electrónico reflejaba un 18-17 después de dos pérdidas de balón consecutivas en ataque. Ayer el equipo cangués echó en falta la aportación ofensiva de su capitán, Dani Cerqueira, desde el pivote, casi siempre bien cerrado por sus defensores.

El sino del partido comenzaba a inclinarse hacia el lado del Benidorm, que primero empató el encuentro en el minuto 49 (19-19) y luego se puso por delante (19-20) aprovechando un robo de balón y que la portería del Cangas estaba vacía. Una situación que se volvería a repetir una vez más, antes de que se pudiese realizar el cambio para que Moyano entrase de nuevo en pista.

Los últimos diez minutos de partido fueron de una gran tensión, con el público de O Gatañal volcado con los suyos para intentar conseguir el ansiado triunfo. En el minuto 58 de partido, con un 21-22 en el electrónico, el Frigoríficos salvó su primer matchball. Los árbitros señalaron un siete metros, que Pedro Hermones fue capaz de detenerle a Grau. Pero esa alegría duró muy poco. Serra solicitó un tiempo muerto para preparar la siguiente acción ofensiva, pero el balón se le volvió a escapar a Potic y Torrico sentenció al contragolpe. El Cangas lo intentó a la deseperada, con gol de Maxi Cancio y una defensa presionante para intentar forzar el error de los visitantes pero sin éxito.