"Es desolador, no tengo palabras. Es muy duro. En el estadio estamos unas 400 personas y estaremos todo el tiempo que sea necesario", con esas palabras explicaba Gustao Flaqué al programa El Larguero de la Cadena SER la noche en la que el fuego puso en jaque el sur de Galicia en una ola de incendios que arrasó más de 50.000 hectáreas en la comunidad y que se dejó sentir con especial relevancia en la provincia de Pontevedra y en el área metropolitana de Vigo.

El club, que vio como las llamas acababan con la ciudad deportiva en la que entrena mientras jugadores y equipo técnico ayudaban a los vecinos de la parroquia viguesa, cedió aquella noche el campo de O Vao como lugar refugio para dar cobijo a todos aquellos damniicados por las llamas. Ese gesto, en medio de una terrible ola de incendios, le ha valido al club vigués el Premio Panenka, galardón que entrega anualmente esta revista especializada en el fútbol y cuyo acto de entrega tuvo lugar anoche en Barcelona.

El premio, otorgado por votación popular, se ha impuesto a otras tres propuestas que ocuparon las páginas deportivas el año pasado. Así, han ganado a la fotografía de los jugadore del Athletic de Bilbao que posaron con la cabeza afeitada en solidaridad con su compañero Yeray Álvarez, diagnosticado de cáncer; la iniciativa de jugadores como Paul Pogba, Cheick Doukouré y Cédric Bakmbu que recibió el nombre de Goles contra la esclavitud en África, en protestas contra la venta de esclavos en Libia o el movimiento fútbol para la igualdad en Dinamarca que inició la selección masculina del país con un comunicado calro y contundente sobre la igualdad: "Las mujeres no pueden tener menos derechos que nosotros por el simple hecho de ser mujeres".