Hay una anécdota que todos los amigos y compañeros de Rodrigo Corrales recuerdan de manera vívida. "Era un partido de infantiles del primer año, contra el Lavadores. En una acción desde el extremo derecho hace un paradón lanzándose al suelo. La pelota sale rechazada y le cae al pivote del Lavadores, que lanza a portería. Rodrigo se levanta y hace una palomita, como en el fútbol, y vuelve a parar el balón, que llega al extremo izquierdo. Lo intentan de nuevo y de nuevo lo vuelve a parar. Fue una triple parada increíble", recuerdan sentados a la mesa Hugo Rodríguez, Javier Rial, David Núñez, Damián Ríos, Abel Fernández y Édgar Paredes, entre otros muchos amigos y excompañeros de equipo. Así, no es extraño que con apenas diez años, cuando a esa edad muchos niños intentan combinar fútbol, balonmano y todo deporte cuanto puedan, un día se le presentase al director deportivo del Balonmán Cangas, Óscar Fernández, y le dijese con absoluto convencimiento: "Mira, creo que voy a dejar el fútbol. Lo máximo a lo que puedo llegar es a jugar en Tercera División. Me quedo en el balonmano: quiero jugar en Asobal y en el F.C.Barcelona".

El tiempo ha demostrado que la elección de aquel chico con una altura absolutamente inusual para su edad fue completamente acertada. Cuando tenía solo 15 años llegó la llamada del F.C.Barcelona. Algo que recuerdan muy bien sus dos mejores amigos: Pepe Camiña, hijo del presidente del Cangas, y Hugo Rodríguez. "Pepe y yo estábamos hablando por aquel entonces del equipo que íbamos a tener la siguiente temporada, con el equipo cadete de segundo año al que ya se incorporaba Rodrigo y que iba a ser increíble. Un día me llama Pepe para que fuese a su casa y lo primero que me suelta es: 'El Barça ha llamado a Ros [así es como le llaman sus amigos] para que se vaya con ellos'. Lo primero que pensé fue: '¡Todos nuestros planes a tomar por cu...!'", recuerdan ahora entre risas.

Un momento que también recuerda muy bien el propio Óscar Fernández. "Probablemente con otro jugador hubiese desaconsejado ese paso, argumentando que era mejor esperar. Pero con Rodrigo no. Estaba claro que era lo mejor para él a todos los niveles. Se veía que era un auténtico superdotado, que tenía algo especial", rememora.

El momento decisivo de Rodrigo Corrales

En Galicia su potencial se conocía de sobra. Su gran escaparate a nivel nacional e internacional fue la prestigiosa Granollers Cup. Allí empezó a forjarse la historia de la actual dupla de porteros de la selección española. En la edición de 2003 el Cangas fue tercero y el campeonato fue para el Amíbal Toledo, donde el portero era ...¡Gonzalo Pérez de Vargas! En 2004 el triunfo fue para los chicos del Cangas y Rodrigo Corrales sucedió a Pérez de Vargas como mejor portero del campeonato. No es de extrañar que el F.C. Barcelona se fijase en ellos y los incorporarse a sus categorías inferiores para pulirlos y formarlos. "La Granollers Cup fue sin duda el punto de inflexión para él", concuerdan los que le conocen.

Sus inicios en Barcelona fueron reveladores de su facilidad para asumir nuevos retos y para amoldarse a nuevas circunstancias. Encajó perfectamente, aprendió catalán... "Incluso cuando estaba en Polonia en el Wisla Plock se esforzó para aprender un idioma tan complicado como el polaco. Era capaz de entenderlo y hablarlo con sus compañeros y con la gente. Ahora mismo en el París Saint Germain también está aprendiendo a hablar francés y va muy avanzado", explican Pepe Camiña y Hugo Rodríguez. Durante sus tres años en Polonia recibió la visita de sus amigos, que recuerdan algunos detalles. "Era increíble cómo lo trataba la gente. Iba por la calle, lo reconocían enseguida y le pedían hacerse fotos juntos. Tenía la consideración de una estrella", cuenta Hugo.

Precisamente a raíz de esto hay otra cosa en la que todos coinciden. "De Ros se pueden decir muchas cosas buenas, pero quizás la mejor es que no ha cambiado. El éxito no se le subió a la cabeza, sigue siendo la misma persona humilde, trabajadora y sacrificada de antes. Cuando viene a Cangas siempre estamos todos juntos, vamos a la playa a la ría de Aldán...", dicen. "Es un orgullo tener un amigo así. Primero por como es por persona, las medallas vinieron más tarde", subraya otro miembro de la plantilla, José Rodal.

La madurez de Rodrigo Corrales

La madurez de la que todos hablan se demostró en uno de los momentos más importantes de su vida. El Barça lo cedió dos años al Huesca, donde se fue fogueando en Asobal, y luego volvió a cederlo al Wisla Plck, un equipo puntero en Europa y con Manolo Cadenas con entrenador. Allí se enfrentó a una disyuntiva crucial: a mitad de ese periplo tenía que decidir si aceptaba la oferta de renovación del Barcelona o si buscaba nuevos horizontes profesionales. "Una de las veces que vino a Cangas nos reunió a todos y nos dijo: 'Decid siete equipos punteros de Europa'. Empezamos todos a decir nombres y entre ellos estaba el París Saint Germain, por el que finalmente fichó", cuentan.

La decisión no era sencilla. Es difícil decir no al Barcelona, más aún cuando es el equipo que le formó y le dio la posibilidad de vivir por y para el balonmano. Los que le conocen afirman que Corrales se dio cuenta de que lo mejor para él era emprender el vuelo por su cuenta fuera de España. En el F.C.Barcelona estaría condenado a estar a la sombra de su gran amigo Gonzalo Pérez de Vargas. "En este momento él no puede estar en el banquillo, tiene que jugar y seguir creciendo", aseguran desde su entorno.

La relación entre la actual dupla de la selección española es de una profunda y sincera amistad. Desde aquellas ediciones de la Granollers Cup "parecía escrito" que tenían que coincidir. Sin embargo, desde Cangas están convencidos de que Rodrigo Corrales tiene todas las condiciones técnicas y, sobre todo, físicas para superar a su amigo Gonzalo. "A la edad de alevines ya medía más de 1,70 y en infantiles estaba en 1,92. Tiene una envergadura de 2 metros y está llamado a ser mejor portero todavía", auguran.

Es algo en lo que coincide Óscar Fernández, que fue también su primer técnico. "Estaba claro que veías que podía llegar muy lejos, quizás era difícil aventurar que tanto. Era un auténtico avanzado para su época. Iba con él en el coche y le preguntaba: "Fulano de tal, de tal equipo, ¿a dónde suele tirar? Y te respondía, demostrando que estudiaba a los rivales". En el Balonmán Cangas encontró una segunda familia, que lo arropó en todo lo posible. El propio Óscar Fernández o Charo, la esposa de Manuel Camiña, se encargaban muchas veces de ir a recogerlo y llevarlo a su casa para que no tuviese que ir caminando hasta O Gatañal. "El club hizo mucho por él, pero valía la pena porque es un chico súper agradecido, trabajador y con gran capacidad de sacrificio.

Para un club como el Balonmán Cangas, que siempre ha cuidado y tratado de potenciar su cantera, el hecho de que uno de Los Hispanos haya salido de su estructura base "es todo un orgullo", dicen desde la directiva. "Lo que acaba de conseguir son palabras mayores. Aunque parezca contradictorio es mucho más exigente un Campeonato de Europa que un Mundial [hasta la fecha España tenía dos mundiales ganados, pero cuatro finales de un europeo perdidas]. En el mundial siempre hay selecciones que, con todo el respeto, tienen un menor nivel competitivo. En un europeo no pasa eso: son siete partidos de gran intensidad competitiva", argumenta Óscar Fernández. El director deportivo del Cangas destaca la aportación de Corrales en los momentos decisivos, en aquellos en los que parecía que España tenía pie y medio fuera del torneo. "En el partido contra Alemania la clave fue la defensa 5.1 y la actuación de Rodrigo, por más que otros se empeñen en destacar otras cosas. Y contra Francia su partido fue de 10", defiende.

España gana el Europeo de balonmano: las felicitaciones

Las felicitaciones a Rodrigo Corrales llegan desde todos los ámbitos. El Concello de Cangas a través de su edil de Deportes, Xoán Chillón, transmitió ayer sus enhorabuena al deportista cangués, con el que llevan tiempo en contacto y para quien que están preparando una recepción. Esperan que sea muy pronto, pero dependerá de los compromisos deportivos de Corrales.