Miguel Méndez afronta desde hoy el que posiblemente sea el gran reto de su carrera como entrenador. Un año después de su destitución en el Famila Schio, al que dirigió durante cuatro temporadas, el técnico asume la dirección del UMMC Ekaterinburg, uno de los grandes equipos del continente y habitual aspirante a ganar la Euroliga. Firma por lo que queda de la actual temporada y una más.

El vigués llega al banquillo después de la precipitada salida del alemán Olaf Lange, que dirigía al Ekaterinburg desde 2012. La idea del club ruso era que Méndez se hiciese cargo del equipo a partir del próximo verano, pero finalmente han tenido que acelerar los plazos. Hoy mismo el entrenador gallego viaja a Rusia aunque no llegará a tiempo de asistir desde la grada al encuentro de la Liga rusa que su nuevo equipo disputará en su pista y en el que serán dirigidos por James Wade y Olga Korosteleva, los ayudantes que Miguel Méndez tendrá al frente del club.

Excitado por la inminencia de su marcha de Vigo y sobrecargado por los preparativos y el trabajo que ya ha comenzado a desarrollar en la distancia, Méndez reconoce que "uno aspira a algo así, pero no me podía ni imaginar que iba a llegar esta oportunidad. Estoy emocionado".

El estreno del vigués al frente del equipo de Ekaterimburgo se producirá el miércoles de la próxima semana en un lugar emblemático para él: la pista del Famila Schio. Ha querido la casualidad que su vuelta a los banquillos se produzca ante el último equipo al que ha dirigido. En Italia, donde Méndez dejó un gran recuerdo, le espera un caluroso recibimiento. De hecho, desde Schio le han llovido las felicitaciones desde que se conociese su nuevo destino como entrenador: "Las casualidades que tiene el deporte y sus caprichos son así", reconoce el entrenador gallego que admite no tener claro si ese día se sentará en el banquillo o estará en la grada porque desde su llegada hoy apenas tendrá oportunidad de dirigir una sesión de entrenamiento antes de subirse al avión el martes con destino Italia.

En la ciudad rusa, de casi un millón y medio de habitantes, Méndez se situará al frente de uno de los grandes equipos de la Euroliga y con la exigencia de pelear por un nuevo título de campeón de Europa, algo que el club ha logrado tres veces en su historia. Allí no se escatiman medios. Hay dinero (su patrocinador es la empresa UMMC), ambición y una evidente presión. Méndez lo asume con entusiasmo: "Lo entiendo y acepto. Para mí es un reto enorme dirigir a un equipo tan grande como ese".

El entrenador gallego tiene que hacer olvidar a un entrenador, Olaf Lange, que en sus años al frente del Ekaterinburg ha ganado dos Euroligas (2013 y 2016), cinco Ligas Rusas, tres Copas Rusas y 2 Supercopas. Esta temporada recibe al equipo en segunda posición en la liga doméstica (solo superado por el Kursk que entrena otro escapol, el seleccionador nacional Lucas Mondelo) y bien colocado para disputar la eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga en la que se jugarán su presencia en la próxima Final Four. En poco tiempo y si nada se tuerce Miguel Méndez pasará de estar en casa planificando la próxima temporada a sentarse en un banquillo en mitad de una Final Four.

Para conseguir sus objetivos dispone de una plantilla espectacular en la que se encontrará con seis nacionalidades diferentes y volverá a tener a su lado a la española Alba Torrens. Junto a ella están las rusas Olga Arteshina, Evgenia Belyakova, Elena Bedova, Deanna Nolan (americana de nacimiento), Natalia Vieru (nacionalizada), Tatiana Petrushina y Raisa Musina; la eslovena Nika Baric; la turca LaToya Sanders; las norteamericanas Brittney Griner y Maya Moore; la belga Emma Meesseman y la estadounidense pero nacionalizada eslovaca, Kristi Toliver. Una plantilla descomunal y sobrada de recursos a la que el vigués deberá explotar para cumplir con las exigencias de uno de los grandes banquillos del continente.