El Areosa cerró la quinta edición del Torneo Concello de Vigo de Nadal a lo grande, con tres de los cinco títulos en juego, tras un extraordinario sábado en el que el Val Miñor levantó los trofeos de campeón en las categorías prebenjamín y benjamín (fútbol 8) a costa de Coruxo y Celta, respectivamente. Los areosistas ganaron el viernes el campeonato alevín local (fútbol 8) y este sábado la categoría infantil (fútbol) y el Súper 6 internacional alevín de fútbol 8.

En el Municipal Pahiño de Navia el Val Miñor alcanzó un doblete en dos categorías que nunca habían visto al tiempo a un mismo club como campeón.

La jornada se abría con la final infantil (fútbol). En el Pahiño, el Areosa se imponía por 3-0 con solvencia y concluía esta Vigo Cup navideña con una trayectoria impoluta en cinco partidos: ningún tanto encajado y todos sus encuentros acabados en triunfo. El club con base en San Andrés de Comesaña empezaba el día como acababa el viernes: ganando.

Luego, el Súper 6 alevín (fútbol 8) cobraba protagonismo. El Areosa, clasificado como campeón del torneo alevín local, daba un recital. Los de Edgar derrotaban al Oporto por 3-0 (1-0 al descanso) y se metían en semifinales como primeros de grupo al apear al Deportivo por 4-0 (1-0). En el cruce le esperaba el Pabellón de Ourense, defensor del trofeo, al que también tumbaron por 2-1 (1-0) con tantos de Gabri y Eric. A la final llegó también el Celta, perdedor en la de 2016. Tablas contra el Pabellón de Ourense (1-1) tras ir perdiendo al descanso, pase como primero al golear al Lugo (4-1) y nueva goleada en "semis" ante el Oporto, al que concluido el primer periodo solo superaba 1-0.

La final se decidía con un tanto de Gabri antes de concluir el primer minuto de partido y en la primera acción del choque. Después, ocasiones repartidas, dominio alterno y un balón al travesaño en falta directa botada por el Areosa en la segunda mitad que pudo haber dado antes la puntilla a los de Iván Piñeiro. Así, el Areosa relevaba al Pabellón como vencedor del Súper 6.

En las finales de las categorías prebenjamín (Val Miñor-Coruxo) y benjamín (Val Miñor-Celta), emoción en aquella y contundencia en esta. El Val Miñor hizo doblete. En la final de los más "peques" del torneo empezó marcando el Coruxo, pero los de Nigrán le remontaron en un par de minutos locos para ganar el cuarto. Después, todos los cuartos concluyeron en tablas (1-1, 0-0, 1-1) con lo que el Val Miñor se proclamaba campeón por 5 puntos a 3. Eso sí, el sufrimiento duró hasta el final porque el Coruxo pudo marcar (y ganar así el cuarto, provocando los penaltis) en la última jugada.

La final benjamín, en cambio, careció de color. Los nigraneses celebraron el título con el pitido final del tercer cuarto, porque acumulaban ya 6 inalcanzables puntos para el Celta, que cedió esos tres tiempos. El último ya sería testimonial. El Celta, que se había metido en dos finales, se fue de vacío. Pero no era la primera vez. Le ocurrió en 2014, cuando el Coruxo le arrebató los trofeos alevín e infantil.