Hace unos días el atletismo gallego, huérfano de instalaciones dignas por la desidia que siempre han encontrado en los responsables de administrar el dinero público, vivió un momento de felicidad con la inauguración de la pista cubierta de Ourense, una instalación moderna y práctica que llenaba el vacío existente en la comunidad en esa materia. El recinto ourensano inevitablemente se convertirá en una referencia esencial para el atletismo gallego durante la etapa invernal.

Pero el uso de la nueva instalación no ha tardado en generar los primeros problemas y discrepancias entre sus usuarios. Hace dos días el Celta Atletismo, la Sociedad Gimnástica de Pontevedra, el Club de Atletismo Coruña Comarca y el Club Atletismo Santiago tomaron la decisión de anular el control de marcas que habían organizado para hoy sábado en Ourense y que esperaban fuese una importante prueba para la mayoría de sus atletas de cara a los inminentes compromisos que le esperan en la pista cubierta a nivel nacional. El problema, las duras condiciones que desde su punto de vista ponían los jueces y la propia Federación Gallega de Atletismo a través de su delegación en Ourense.

Los cinco clubes habían elegido este fin de semana aprovechando que durante la tarde del sábado y el domingo por la mañana se disputa en Expourense el Campeonato de Galicia de Clubs de Pruebas Combinadas en Pista Cubierta. Por esa razón organizaron el control de marcas para la mañana del sábado, una excelente oportunidad para que muchos de sus deportistas tomasen contacto con la nueva pista, intensificasen la preparación e incluso lograsen las mínimas para los campeonatos nacionales.

El problema llegó cuando los organizadores recibieron un presupuesto de 1.013 euros destinados a cubrir los gasto de secretaría y del comité de jueces, algo que consideraron excesivo. Además, la Delegación en Ourense de la Federación Gallega les hizo saber a los cinco clubes que debían hacerse cargo del servicio de ambulancia, de las dietas del comité de jueces en caso de que la competición se retrasase (algo bastante probable) y del montaje de la instalación. La factura ya ascendía a 1.500 euros.

Ante esta situación los cinco clubes (los dos Celta, la Sociedad Gimnástica de Pontevedra, el Club de Atletismo Coruña Comarca y el Club Atletismo Santiago) tomaron la decisión de suspender el control de marcas: "Lo que empezó siendo una buena iniciativa se estaba convirtiendo en un sinsentido. Lo lamentamos por los atletas, por los clubes y por los entrenadores, pero en esas condiciones no podía ser. Tuvimos incluso la sensación de ser un incordio, un problema, para los miembros de la Federación Gallega", aseguran desde el Celta. Los clubes directamente afectados, los que tenían previsto organizar este control, lamentan que en los presupuestos de la Federación Gallega de Atletismo no se contemple ni un solo euro destinado a organizar controles de marcas de este estilo y entienden que esa situación merece un proceso de reflexión por parte de sus directivos.

Tras la decisión de los cinco clubes de anular su control de marcas, dos clubes de Ourense aprovecharon para ocupar su lugar y finalmente hoy habrá ese control bajo la supervisión del Deportivo Aurum y del Ourense Atletismo.