Complicado el encuentro, ya que los vallisoletanos son rivales directos y habían perdido en Vigo por un claro 3-1. Pero no fue así, ya que los jugadores gallegos fueron capaces de superar a sus rivales y también de sobreponerse a un arbitraje que consideraron casero. Y se impusieron en una situación en la que otras veces sucumbieron esta temporada, en finales de set tan apretados como el quinto.

Los locales llevaron la iniciativa durante todo el primer set, que dominaron a su antojo. Pero el segundo ya tuvo un comienzo esperanzador de los vigueses (2-5). Los pucelanos remontaron hasta el 10-9. La igualdad llegó hasta el final del set. Los vigueses fueron capaces de mantener el ritmo de juego y no ceder en ningún momento.

En el tercer set se pudo ver al conjunto vigués muy superior a los castellanos. Solamente al final los visitantes se dejaron llevar y sus rivales recortaron para maquillar el resultado.

El cuarto set pudo significar el final del encuentro. Pese a los empates sucesivos en el marcador, el equipo mas serio y resolutivo era el vigués. Fue en el final del set cuando salieron a relucir cuatro decisiones arbitrales protestadas por los gallegos que decantaron el parcial.

El quinto set fue jugado de manera muy seria por ambos conjuntos. Los locales se pusieron 8-6. Pero los vigueses dieron muestras de madurez y acabaron ganando. Un triunfo que alivia y devuelve la confianza al equipo justo en el parón navideño.