El Atlético de Madrid irrumpió en la segunda posición de la clasificación de la Liga nueve jornadas después, impulsado ahí por un gol de Fernando Torres y un magnífico pase del croata Sime Vrsaljko, decisivos los dos para romper un duelo gris que apuntaba entonces a decepción contra el Alavés (1-0).

Era el minuto 74, cuando el lateral, con un centro que era medio gol desde la derecha, y el delantero, lanzándose al suelo a por el remate, conectaron para mover un empate a nada y sacar del apuro al Atlético, un equipo plano, atascado y cansino durante todo el choque, apagado por la colocación y la defensa del club vitoriano.

La victoria se antojaba indispensable, la sexta en sus últimas ocho jornadas de la Liga y la cuarta seguida, y le permite mantenerse a la caza del líder, el Barcelona.