La historia se repite. Por segunda vez en menos de cuatro años Miguel Torrecilla, director deportivo del Sporting de Gijón, ha tenido que despedir a Paco Herrera. El detonante de la destitución ha sido la derrota encajada el domingo ante el filial del Barcelona, con la que los rojiblancos sólo han sumado dos de los últimos 18 puntos en juego.

La mala racha de resultados se ha llevado por delante a Herrera repitiendo la historia vivida en el Celta en febrero de 2013, cuando, tras perder en Getafe, Herrera fue despedido por orden del presidente Carlos Mouriño, para contratar a Abel Resino, un especialista en salvar a equipos del descenso.

Herrera fue la apuesta de Miguel Torrecilla para devolver al Sporting a Primera División. Su gratificante experiencia en el Celta, con el que ambos lograron el ansiado ascenso a Primera División tras cinco años de penuria en la categoría de plata, y la sintonía entre el ejecutivo salmantino y el preparador extremeño parecían, sobre el papel, una apuesta ganadora para restituir al Sporting la categoría perdida el año pasado. El equipo empezó muy fuerte y se mantuvo a la cabeza de la clasificación durante bastantes jornadas, pero en la actualidad encadenaba seis encuentros sin ganar, lo que le hizo caer a la décima posición, a cinco puntos de los puestos que dan derecho a jugar el play-off de ascenso y a nueve de los que aseguran el ascenso directo

Herrera había admitido antes del partido contra el filial azulgrana que tenía la sensación de que se jugaba el puesto y tras la derrota (2-1) se echó la culpa de la situación y reconoció no saber qué hacer para cambiar la marcha del equipo. Pese a ello, Miguel Torrecilla parecía mantener su confianza en él, lo que se interpretaba como una última oportunidad para Herrera, que tenía a la afición y buena parte del consejo rojiblanco en contra. Sin embargo, el día comenzó con cambios en la hoja de ruta.El salmantino, tras viajar a Barcelona para seguir el partido en el Miniestadi, alteró el plan de vuelta y evitó pasar por Mareo. El director deportivo se comunicó con Paco Herrera. En principio, la explicación que Torrecilla traslada al club es que ve al técnico menos convencido de sacar la situación adelante que en anteriores conversaciones.Es en ese momento en el que, según traslada el director deportivo al consejo de administración, decide cambiar su decisión de darle continuidad y optar por su destitución. Javier Fernández, presidente del Sporting, no le pone problema.

La destitución comienza con un tanteo para que Herrera presente la dimisión. Un detalle que Paco Herrera se niega a aceptar, al margen de detalles como las declaraciones en las que el viernes reconoció públicamente ser el principal culpable de la situación. El director deportivo rojiblanco tomó entonces la determinación de destituirle.

El presidente del Sporting, Javier Fernández, que finalmente regresa hoy a Asturias, siguió todos los acontecimientos desde Madrid. El consejo de administración rojiblanco mantuvo el criterio de dar preferencia al criterio de Miguel Torrecilla, hasta que el director deportivo fue quien propuso que lo mejor, finalmente, era dar un giro al banquillo.